Beyonce y Justin Timberlake son las estrellas de menos de 30 años más ricas del mundo

¿Quién dijo que la industria de la música está en crisis? La última publicación de la revista ‘Forbes’ sitúa a dos cantantes estadounidenses en cabeza de la lista de las estrellas de menos de 30 años más ricas del mundo. Beyonce Knowles y Justin Timberlake, ambos de 27 años de edad, ocupan el primer y segundo puesto de dicho ránking, aunque sin duda la exuberante cantante estadounidense sobresale por encima del resto con una fortuna de 80 millones de dólares. Por debajo, deportistas y actores como el jugador de la NBA Kobe Bryant o Daniel Radcliffe, el niño de ‘Harry Potter’.

Sería injusto decir que Beyonce debe toda su fortuna a la industria musical. Es cierto, la cantante tiene en su haber nada menos que diez premios Grammy y tres discos en solitario en el mercado tras la separación de las Destiny’s Child. El último de sus álbums, ‘I am Sasha Fierce’, vendió medio millón de copias sólo en su primera semana después de salir al mercado el 19 de noviembre. Sin embargo, Knowles puede poner también en su curriculum que ha participado en cuatro películas y que posee una firma de ropa.

Con todo, no es de extrañar que a sus 27 años Beyonce pueda presumir de poseer una fortuna de 80 millones de dólares actualmente, casi el doble de lo que ha acumulado en el último año fiscal el segundo de la lista, Justin Timberlake, según la lista elaborada por la revista ‘Forbes’ recogida por otr/press. El antiguo componente de NSYNC ha acumulado 44 millones de dólares, gracias, entre otras cosas, a sus dos discos en solitario (‘Justified‘ y ‘FutureSex/LoveSounds‘) y a tres restaurantes que posee en propiedad.

Si la música no es lo único que ha llevado a Beyonce y Timberlake a amasar esas fortunas, el deporte tampoco es la única explicación para entender que los deportistas ocupen casi la mitad de las diez mayores fortunas del mundo. Encabeza a los atletas el jugador de la NBA Kobe Bryant, con 39 millones de dólares, que parece haberse recuperado de aquellas acusaciones de agresión sexual que le hicieron perder hace tres años todos los contratos publicitarios con compañías como McDonalds, y vuelve a ganar dinero con la publicidad.