El cantante Justin Timberlake abrió su espectáculo en Rock in Rio 2017 con la tensa «Only When I Walk Away», seguida de la despreocupada «Suit & Tie», un típico ejercicio de música negra, que se movió por el escenario con total confianza, esmerándose por ponerle swing a la noche. «Like I Love You» y «My Love» prepararon entonces el terreno para la explosión de «Summer Love», que fue cuando el cantante finalmente tuvo al público en sus manos.
El cantante tocó al piano la latina y jazzera «Señorita», calzó el disfraz de intenso cantante de soul con «Until The End Of Time», y se entregó al drama de «Cry Me A River» y «What Goes Around» para después volver al funk alegre, inspirado en Michael Jackson, de «Rock your Body» y la tan esperada «Can’t Stop the Feeling», su hit más reciente. Después se despachó con la endiablada «Sexy Back», y se mezcló entre el público envuelto en la bandera brasileña para terminar con la apoteósica «Mirrors».
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