Críticas de «The 20/20 Experience 2 of 2» en los medios

Justin Timberlake sigue el viaje pop

Vanguardia — «10 canciones ahora… 10 canciones después = visión 20», escribió en internet el DJ Questlove, quien ha trabajado con Justin Timberlake. La enigmática declaración la realizó apenas un tiempo después del lanzamiento de «The 20/20 Experience», estrenado con mucho éxito en marzo del 2013, siendo el primer material de Timberlake en siete años.

La sentencia de Questlove era sencilla: habría más canciones del músico convertido en actor, quien por lo visto había contenido las ganas de hacer música todos estos años y ahora liberaba su creatividad en tantas canciones que no cabían en un solo disco.

«The 20/20 Experience 2 of 2» es la segunda parte de este proyecto, un nuevo disco con temas inéditos que sirve de continuación al nacido a principios de año, sobresaliendo por un aspecto: el regreso de Justin Timberlake a la música, luego de que decidió dedicarse a la actuación tras el lanzamiento de su disco «FutureSex/Love Sounds» (2006), el cual era apenas el segundo álbum en su discografía. A ese álbum le siguieron siete años de silencio. «Suit &Tie», acompañado por la voz de Jay-Z, fue el primer tema inédito que Timberlake dejó escuchar de su esperado regreso, primer sencillo de su tercer álbum de estudio y apenas el comienzo de un retorno que ha tenido un buen recibimiento.

«The 20/20 Experience» fue realizado bajo la producción de Timbaland, con quien ya había trabajado antes, así como Jerome «J-Roc» Harmon y Rob Knox. El disco debutó en el número uno del Billboard 200 de Estados Unidos, vendiendo cerca de 968 mil copias en su primera semana, siendo el debut más exitoso de su carrera, y como sus predecesores, un número uno en Reino Unido.

De esta primera parte se lanzaron otros dos sencillos: «Mirrors» y «Tunnel Vision», ambos también con un buen recibimiento en las listas de diferentes países.

Antes de que este nuevo proyecto saliera al mercado, Timberlake se dedicó a cimentar su carrera como actor. El mismo año que estrenó su disco «FutureSex/LoveSounds», se le vio en las cintas «Edison» y «Alpha Dog», tropezando entonces por darse a conocer en la pantalla grande.

Trabajó para David Fincher en «The Social Network» (2010); compartió créditos con Cameron Diaz y Mila Kunis en las comedias «Bad Teacher» (2011) y «Friends With Benefits» (2011), respectivamente se volvió un héroe de acción en «In Time» (2011); actuó junto a Clint Eastwood en «Trouble With the Curve» (2012); y este año comparte créditos con Ben Affleck en «Runner Runner» y es parte de la vida de otro músico en la cinta de los Hermanos Coen, «Inside Llewyn Davis».

De algo no queda duda, a pesar de que tanto su carrera como actor y cantante, son relativamente breves, ha tenido más suerte en la segunda. «Antes de tener las 10 (canciones en ‘The 20/20 Experience’) que él quería y los dos tracks adicionales, teníamos como 30 o 40 temas», comentó en su momento el productor Jerome Harmon, sobre el proceso de este proyecto, y la formación de una segunda parte.

«Así que pienso que él va a entrar y vamos a tomar algunas de las cosas que ya habíamos hecho, y claro crear nueva música al mismo tiempo», agregó.

El resultado son 11 canciones inéditas y un tema oculto, que componen «The 20/20 Experience 2 of 2», que no se confunda con lo parecido del nombre, el disco no es ninguna reedición del anterior, sino el cuarto álbum de estudio del cantante, del que se ha desprendido ya el sencillo, «Take Back the Night».

El disco será lanzado con una edición especial con dos temas adicionales y se espera que próximamente se lance una edición que incluya ambos discos del 2013.

Disco de la semana: Justin Timberlake «The 20/20 Experience 2 of 2»

El Diario — De discos dobles y excesos megalómanos están repletas las cunetas del pop. Justin Timberlake, que de ambición no va precisamente escaso, ha decidido ignorar las señales y publicar la secuela de The 20/20 Experience tan sólo unos meses después de la primera entrega, aunque todas las canciones provienen de las mismas sesiones.

El arranque mayestático del disco llega a hacernos pensar que el niño bonito de la lista de ventas ha sorteado con gracia la curva donde se estrellaron tantas bandas, desde The Cure hasta Metallica. En la muy sexualizada Gimme What I Don’t Know (I Want), Timbalad despliega los trucos de producción que en parte parecía haber escondido bajo la manga hace meses.

Su hibridación de pop retrofuturista, funk, R&B y hip-hop también resulta ganadora en la culebreante True Blood. En Take back the night parece apuntarse a la moda del disco setentero, pero en el camino se acuerda de reivindicar al mejor Stevie Wonder.

Timberlake también sale bien parado de sus duelos al sol con sus rivales en la lista de ventas. Murder le cita con Jay-Z en Bollywood con bombásticos resultados y su mano a mano con Drake en Cabaret casi nos hace olvidar que ese truco de mago ya lo vimos antes. Y ahora viene la mala noticia: The 20/20 experience 2 of 2 se resiente de la autoindulgencia de Timberlake e incluye material que no debería haber pasado el filtro. Drink You Away es Bon Jovi de Turismo en Harlem y Only When I Walk Away es una plomiza sobredosis de fuzz patillero. Casi, pero no.

Justin Timberlake / The 20/20 Experience (2 of 2)

JNSP — Más de tres millones de personas han convertido ‘The 20/20 Experience’ de Justin Timberlake en el disco más vendido del año de momento. Por eso la decisión de darle continuación solo seis meses después de su lanzamiento no parece que tenga mucho sentido, sobre todo atendiendo al enorme potencial injustamente desaprovechado de temas como ‘Don’t Hold the Wall’ o ‘Pusher Love Girl’. Sin embargo, tal decisión ya estaba tomada desde antes de que se conocieran las primeras noticias acerca del tercer trabajo del artista: más o menos desde el principio –Justin sugirió primero un disco doble– la idea ha sido que el sucesor de ‘Futuresex/Lovesounds’ se compusiera de dos volúmenes, cada uno de ellos con material escrito durante las mismas sesiones. Así pues, tras la primera parte publicada en marzo nos llega la segunda, ‘The 20/20 Experience (2 of 2)’.

‘2 of 2’ es, de nuevo, un disco largo: 74 minutos. La canción más corta no llega a los cinco (‘Cabaret’), pero la más larga, ‘True Blood’, se queda a poco de llegar a los diez. Escrito puede parecer una locura, pero el verdadero mérito de este proyecto, que pese a firmarlo Justin, es en común entre él y Timbaland –nuevamente con ayuda en composición y producción de J-Roc y James Fauntleroy, entre otros– es que consigue desarrollar y exprimir sus ideas sin aburrir. Incluso cuando parece que un tema ya no podría dar más de sí, aparece una guitarrilla sorpresa (‘Murder’) o un cambio de base drástico (‘Only When I Walk Away’) que logra mantener al oyente atento. No es el caso de todas las canciones, pero sí el de la mayoría.

En términos generales, el segundo volumen de este ambicioso proyecto se percibe como la continuación lógica de ‘Futuresex/Lovesounds’. Las expansivas y musculosas producciones de Timbaland, que incluyen banghra, beatbox, R&B, hip-hop y hasta country, son en esta ocasión mucho más vigorosas que las de la primera parte. Cuando decíamos que con ‘Pusher Love Girl’ Justin nos daba la bienvenida a su cama, era en serio: ahora, sin embargo, entramos con ‘Gimme What I Don’t Know (I Want)’ en una oscura jungla de pasiones y deseos carnales. «Llévame a tu jungla, no le tengo miedo», canta Justin, «si estás buscando a tu animal, salta a mi jaula».

Los paisajes sónicos creados por Timbaland, que en ‘Gimme What I Don’t Know (I Want)’ incorporan leones y elefantes, también están bastante logrados. Esa era de hecho una de las maravillas de ‘The 20/20 Experience’, que sus canciones conseguían crear imágenes muy definidas en la mente de quien las escuchaba. ‘True Blood’ es, en ese sentido, todo un triunfo, una especie de ‘Thriller’ 2.0 (Timbaland hace de Vincent Price) propulsado por contundentes ritmos tribales, y que no necesita un videoclip para transportarnos al escenario vampírico proyectado por su productor. Los efectos aquí son en general menos subyugantes y experimentales, pero están muy bien.

No es, como apuntaba antes, así en todo momento, pues el disco presenta algunos tropiezos que arruinan su fluidez. Cuando J-Roc confirmaba hace un tiempo que ‘2 of 2’ se compondría de descartes seguramente pensaba en pistas como ‘Drink You Away’ y ‘Only When I Walk Away’, el par de coqueteos de Justin con el country y el rock ‘n roll respectivamente y que suenan más bien a caras B. No son, en definitiva, grandes canciones. Por suerte, cuando Justin toca otros géneros como la música disco (la polémica ‘Take Back the Night’) o el R&B (la delicada ‘You Got It On’) los resultados son absolutamente fantásticos. En la sensibilidad de sus melodías, el gusto de sus cuerdas y vientos metal y el «groove» de sus ritmos, estamos ante dos pequeños clásicos en su carrera.

‘Take Back the Night’ es, de hecho, otra de esas canciones cuyos paisajaes transportan al oyente a otro lugar, en este caso a una alegre fiesta (se oye gente de fondo a lo largo de la canción). Es una lástima que su desempeño comercial no haya repetido el de los singles anteriores (‘Suit & Tie’ fue top 3 en EE UU y top 2 en Reino Unido; ‘Mirrors’ fue número 1 en Reino Unido y número 2 en EE UU) pues se trata sin duda de una de sus canciones más elegantes y pegadizas. El segundo sencillo, ‘TKO’, sin embargo, es algo más olvidable y, peor aún, suena algo anticuado sin que una melodía mejor la respalde.

Ese es el mayor problema de ‘The 20/20 Experience (2 of 2)’. Mientras la mayoría de sus temas actualiza el sonido Timbaland gracias a su imaginativa producción, otras como ‘Drink You Away’, ‘Only When I Walk Away’ y la azucarada pieza final ‘Not A Bad Thing’ suenan demasiado pasadas de moda, lo cual no sería inconveniente si sus melodías fueran más espectaculares. Estos momentos desenfocan un concepto muy claro y hasta entonces excelentemente ejecutado, y dejan claro que, con esta obra doble, Justin se ha casado antes de pensar siquiera en comprometerse, confirmando así ‘2 of 2’ como el volumen que debió haber salido primero.

En resumen, Justin Timberlake firma con ‘The 20/20 Experience’ uno de los proyectos musicales más interesantes de los últimos años. Y lo decide cerrar con una pista escondida llamada ‘Pair of Wings’ acompañado nada más que de una guitarra y unas tímidas cuerdas. Algunos dicen que se trata de su respuesta al ‘Everytime’ de Britney Spears, pero lo que es en realidad es una manera sutil y sencilla de terminar, no solo un disco, sino todo una experiencia que se ha definido sobre todo por su complejidad y densidad. Una experiencia que, por cierto, ya se puede comprar entera.

Calificación: 7,4/10
Lo mejor: ‘Gimme What I Don’t Know (I Want)’, ‘True Blood’, ‘Take Back the Night’, ‘You Got It On’

Justin Timberlake: The 20/20 Experience, segunda parte

Somos ÍDOLOS — La primera parte de The 20/20 Experience fue aclamada en la prensa por la formidable producción, lúcida, estética y vanguardista que representó de la mejor forma posible el regreso de uno de los artistas pop más grandes del momento, Justin Timberlake. El disco se caracterizó por complejas melodías vocales muy bien interpretadas, por una identidad muy particular en cada canción, y por su desarrollo progresivo que sorpresivamente era de larga duración en la mayoría de ellas.

Las canciones de esta segunda parte del proyecto fueron hechas en las misma sesión de grabación que la primera y se nota en la esencia de las composiciones, sin embargo, es igual de evidente la intención de mostrarlas en un empaque distinto, con una producción un tanto más minimalista y «groovy».

El impacto que llega a tener musicalmente es que cada pieza se siente menos estimulante sonoramente, parte de lo interesante era ver cómo se complementaban ciertos sonidos con la voz de Justin pero ahora el enfoque cambia con ideas más desnudas que son fáciles de explorar y concebir.

«True Blood» es el tema que realmente da inicio a esta nueva pero familiar aventura. Bajo un telón fantasmagórico trata de hacer su papel de sexy vampiro «I think she’s got that true blood / Every time your ‘round i can smell it in you / She’s got that true blood / I come around and raise the hell out of you». Puede ser una producción demasiado cinematográfica del concepto de la canción, es empalagosa, aunque también lo es su pegajoso coro que sabe como dejar la primer huella en el disco.

«Cabaret» una canción que irremediablemente apunta a ser uno de los sencillos, tiene la pinta de ser la continuación al tema número trece de Magna Carta Holy Grail «BBC» de Jay-Z en el que colaboró después de todo, no olvidemos que ambos discos comparten a Timbaland como productor. La vibra sofisticada y elegante de ellos dos está en el mismo universo, solo que para sorpresa aquí la mega estrella con la que comparte el micrófono es Drake, que por supuesto, intercambia un par de palabras en su espacio o verso.

Como anunció Timberlake el primer álbum representa la luna de miel o el periodo dorado de la relación mientras que la segunda es cuando las cosas están asentadas y la verdadera personalidad de cada uno sale a flote. El sencillo «TKO» es un buen ejemplo «It cuts right on my eye, yeah it hurt, won’t lie / Still can’t see, think, i saw you with another guy /… / Dammit babe / This ain’t the girl i used to know / No, not anymore, TKO», se puede apreciar el cambio del romanticismo anterior a la parte más agria de una relación donde se pierde el sentido y la cordura, aunque por supuesto, Timberlake se encarga de hacerla sonar esta etapa casi tan seductora como es posible.

La canción que canta junto a su compañero de gira Jay-Z es «Murder» que está lejos del nivel de cualquiera de sus colaboraciones anteriores, especialmente de «Holy Grail» pero no carece de sus curiosidades como el verso de Jay-Z en el que canta una brillante analogía de lo que dice el título, lo letal que puede llegar a ser una mujer «Yoko Ono, She got that Yoko Ono / You know that shit that made John Lennon go solo / Know that shit gotta be lethal / If that shit broke up The Beatles».

Uno de los temas destacables «You Got It On» está centrado en un flujo cómodo y relajante estilo R&B sobre el que Justin destila otra dosis de sentimientos encontrados, en un espacio que le ofrece toda la libertad para soltar su boca y sacar cualquier cantidad de ritmos vocales.

Un disco doble siempre o casi siempre es difícil de justificar, termina siendo una mezcla de A sides con B sides que cargan horas de inconsistencia. The 20/20 Experience es uno de los que logran justificarlo y vaya que son de una larga duración, salió de la concepción y ejecución de buenas ideas, de una etapa de gracia que vivió esta figura mundial y que supo cómo cumplir y superar las expectativas.

Canciones recomendables: «Take Back The Night», «You Got It On» y «Not A Bad Thing».

Canción por canción: «The 20/20 Experience (2 of 2)» de Justin Timberlake

CromosomaX — Justin Timberlake vuelve con la anunciada segunda parte de su comeback ‘The 20/20 Experience (2 of 2)’. El esperadísimo regreso del ex NSYNC se completa con 12 nuevos temas, que suman más de 20 y que completan el pack. Tras su primera parte en marzo, veamos qué tal ha salido esta segunda venida:

Gimme What I Don’t Know (I Want)

Una ojeada a los créditos de esta segunda parte te recuerda que el binomio Tiumbaland/Timberlake está muy lejos de separarse. Un tema 100% ‘FutureSex/LoveSounds’ que es todo un statement: todos aquellos que se rebelaron por el nuevo sonido de Justin en marzo, quedarán satisfechos con esta secuela. Buen ritmo, buena producción, y más que idónea introducción al disco.

True Blood

Casi 10 minutos de genialidad Timbalera. Sin alejarse de esa elegancia clásica que nos quiere vender Justin desde su segundo álbum nos ofrece un ritmo sensual, sexual y casi exótico, unos beats que nos valen las paces con Timbaland y sólo pedimos un edit decente porque 9 minutos con 32 segundos es demasiado, digan lo que digan, que Justin no es Beethoven.

Cabaret (feat. Drake)

Una de las dos colaboraciones que se cuentan en este álbum junto al irregular Drake, que aquí convence por la producción. Un sonido 1999 que podrían haber cantado Destiny’s Child o Aaliyah y, por supuesto, no es más que un cumplido. A Timbaland le ha valido mucho rebajar sus colaboraciones. No la sacaríamos como single, pero es un temazo.

TKO

El segundo single no es, ni de lejos, comparable a ‘Mirrors’, pero desde luego mejora a su predecesor e incluso peca en evidencia. Una cosa es que el público exija un sonido más clásico Justin, y otra cosa es lanzar ‘TKO’ que parece reunir todos los tópicos Timberlake sin ofrecer nada nuevo, lo que le convierte en un precioso descarte de ‘FutureSex/LoveSounds’. Muchos pensarán: «si saca algo innovador, le critican, si saca algo clásico, le critican», pero hay un punto medio y como muestra, los primeros tres temas del disco. Muy mejorable.

Take Back the Night

De la noche a la mañana Justin nos sorprendió con un tema con influencia disco, muy Michael Jackson, poniendo de moda el lyric video más elaborado que muchos videos oficiales de otros, pero sin ser, ni de lejos, el hit que fue ‘Mirrors’ o hasta ‘Suit & Tie’.

Murder (feat. Jay-Z)

La última colaboración, cómo no, tenía que ser la de Jay Z, que es como Nicki Minaj pero con talento. De nuevo, un throwback que nos lleva directos al hip hop de finales de los 90, con un toque ‘It’s A Hard Knock Life’ y los siempre agradables vocals de Justin.

Drink You Away

Timbaland nos demuestra su versatilidad en un tema totalmente diferente al resto. Guitarras, un ritmo muy pausado, un organillo de bar de carretera y un sentimiento muy puramente americano. No es el mejor tema del disco, pero se deja escuchar y se diferencia del resto, algo importante teniendo en cuenta que los créditos del álbum son idénticos entre los tracks.

You Got It On

Un poquito de R&B romanticón, de ese de «soy Justin Timberlake hablándote a ti, que eres la más guapa de la fiesta» que nunca falla y que mojará un número indeterminado de bragas en el mundo. A medio camino entre Justin Bieber y Barry White.

Amnesia

Tranquilos: no es un cover del bonus track de ‘Circus’ de Britney Spears. Con una intro que encaja perfectamente con el anterior tema, nos encontramos ante uno de los mejores temas del disco, escondido casi al final. La secuela moral de ‘Mirrors’ y, por ende, de ‘What Goes Around Comes Around’ y ‘Cry Me A River’. Eso sí, el último minuto y medio podría haber sido una canción por sí sola.

Only When I Walk Away

Otro tema único en su especie: un grito a la incomprensión respecto aquellas mujeres que no le quieren cuando les hace caso y que solo le quieren cuando se marcha. Hay que decir que mejora mucho a partir de la mitad, cuando empieza su segunda parte (algo ya más que habitual en los discos de Timberlake). Interesante antesala del final del disco.

Not a Bad Thing

Si ‘Amnesia’ es la secuela de ‘Mirrors’, ‘Not A Bad Thing’ es la secuela de su época en NSYNC. Una balada en plan Timbaland, con guitarras acústicas, una voz de lo más pura, unas estrofas y estribillo pegadizo… Lo tiene todo para ser un buen single y, quién sabe, si los charts no acompañan, puede ser la carta que se saquen de la manga.

Pair of Wings (Bonus track)

Cuando termina el disco, 30 segundos de silencio nos separan del bonus track del que ya te hemos hablado. Una balada puramente acústica, con el simple acompañamiento de una guitarra y la voz de Justin, aún más melosa, que la notas más cerca del micro que nunca. Nada que no hayamos escuchado ya, pero una verdadera joya escuchar a Justin sin artificios ni producciones exageradas o pretenciosas. ¿Para cuándo un disco 100% acústico?

Justin Timberlake ha cumplido con un disco que es mucho más agradable al oído que su primera parte. Conseguirá, así, contentar a los defensores del (1 of 2) y a los defensores de su sonido más clásico, ya que lo aúna todo de forma más lógica y sensata.

Eso sí, quizá esa homogeneidad y exclusividad con Timbaland termine pasándole factura. ¿Cuál será el siguiente paso de Justin? Salir de gira y disfrutar de los beneficios de su ’20/20 Experience’. En el siguiente disco mejor ni pensar aún.

Justin Timberlake: The 20/20 Experience 2 of 2 ***

El País Uruguay — La segunda parte de la experiencia 20/20 de Timberlake parece desafiar al dicho sobre segundas partes. Posiblemente, esa percepción se apoye en la falta de sorpresa ante lo que en el primer disco molestó a muchos: la extensión de las canciones. Lo más previsible era que este repertorio compartiera ese rasgo, la extensión, con lo cual uno puede no desprenderse pero sí ya tener incorporado ese juicio y reparar en otras cosas, como la minuciosa (muchas veces excesiva) producción de los socios de Timberlake, Timbaland y Jerome Harmon.

El vínculo con Timbaland y Harmon le ha dado a Timberlake una identidad sonora que lo aparta de prácticamente todo lo que se esté haciendo en el pop más comercial y calculador, que recicla los trucos de gente como Max Martin, el cerebro tras el pop de «boy band» de los años noventa. Es tentador atribuirle a los productores más crédito que al propio Timberlake.

Muchos siguen viendo al rubio como una marioneta, una cara bonita que vende porque baila bien, canta ídem y tiene gracia, como ha demostrado una y otra vez en cine y, sobre todo, televisión. Que sea blanco haciendo música de negros también genera rechazos entre los más exigentes. Pero Timberlake viene cultivando este sonido desde su primer disco, donde eran otros — además de Timbaland y Harmon — los que ponían los «beats» sobre los cuales él canta. No hay enormes diferencias entre esto del primer disco y esto, del nuevo, ejemplos de canciones producidos por diferentes productores. Tampoco hay abismos entre esta lectura de Michael Jackson, también del primer disco, y la actual, del nuevo álbum.

También en este caso se trata de productores distintos, aunque se muevan en los mismos dominios musicales, siempre cerca de las discotecas y boliches. En esta nueva entrega Timberlake, además, entrega un repertorio que no es tan parejo como en la primera parte, pero cuyos puntos altos superan a las mejores canciones del álbum que salió primero. Take back the night incluida, Timberlake coloca en este disco cinco canciones a cual mejor: Murder, Drink you away, You got it on y tal vez el mejor tema de todos los de la «Experiencia 20/20»: Amnesia, uno de esos hipnóticos y épicos maratones de ritmos y secciones de cuerdas que tan bien le sientan a la vulnerable voz de Timberlake.