«Play» de Givenchy ya a la venta en España

El perfume de Justin Timberlake, Play, puede encontrarse en las tiendas de España desde comienzos del mes de octubre. Con motivo del lanzamiento, la página web XLSemanal ha entrevistado en exclusiva al cantante. Además, hasta el próximo 25 de octubre y gracias a XLSemanal, se podrá comprar un cofre único y exclusivo — con un frasco de Play Intense de 100 ml y un desodorante roll-on (65 euros) — en la web www.givenchyxlsemanal.com.

Cuando le propusieron colaborar con Givenchy, Justin no quiso poner sólo su rostro en los anuncios del perfume: «Quería que la fragancia oliera como a mí me gusta: fresco y con un toque cítrico, el olor a recién salido de la ducha». Para conseguirlo, Play cuenta con un corazón de madera de amyris y unas notas de bergamota y mandarina.

Laura Requejo, XLSemanal – No ha cumplido aún los 30 y ya es uno de los hombres más influyentes de su generación: canta, baila, actúa, produce, compone, diseña… Y parece que todo lo hace bien. El legítimo heredero de la corona del pop es, además, la imagen de Play, una fragancia que Givenchy ha creado a su exacta medida.

Justin timberlake nunca hace lo que se espera de él. Puede que sea por llevar la contraria a su destino, porque se piensa las cosas varias veces antes de hacerlas o porque escucha a quienes lo aconsejan bien, pero su trayectoria profesional está llena de sorpresas. De presentador infantil de El Club Disney, con Britney Spears y Christina Aguilera, pasó a ídolo de adolescentes con un grupo, `NSYNC´, que todavía ostenta el récord de la venta de discos más rápida de la historia. Cuando la formación estaba en su mejor momento, prefirió abandonarla para intentarlo en solitario con dos discos, Justified y FutureSex/LoveSounds, que lo han elevado a la categoría de nuevo rey del pop. En el cine, en lugar de entrar por la puerta grande, ha preferido escoger papeles secundarios en películas independientes, como Alpha dog, que, además, le han valido el entusiasmo unánime de la crítica. Un entusiasmo que se repite con sus desternillantes intervenciones en Saturday Night Live, un programa de sketches cómicos de la cadena norteamericana NBC en el que ha actuado varias veces de maestro de ceremonias y en el que participa siempre que puede (su parodia de un vídeo de Beyoncé es uno de los más vistos en YouTube). También ha sorprendido en su vida personal: dejó a su novia de siempre, Britney Spears, cuando ella estaba en la cúspide y mantuvo una larga y estable relación con la actriz Cameron Diaz, nueve años mayor que él, antes de decidirse por su pareja actual, la también actriz Jessica Biel. Ha debutado en el mundo de la moda con una firma de ropa, William Rast, con la que quiere vestir a su generación —«somos los más eclécticos de la historia, lo mezclamos todo», dice– y se ha convertido en la imagen de Play, el nuevo perfume de Givenchy. Para sobrevivir a toda la atención que arrastra, asegura que le basta con «llevar una vida real, con los pies en la tierra»; y si tiene que escaparse de todo, «vuelvo a casa, a Tennessee». Hasta cuando se equivoca parece que le basta con sonreír y poner su mejor cara de niño bueno para que todos olviden sus delitos y faltas. ¿Quién recuerda que fue él quien arrancó a Janet Jackson la pieza de vestuario que dejó al descubierto uno de sus pechos en la Superbowl de 2004?

XLSemanal. ¿Para cuándo tu próximo disco?
Justin Timberlake. No lo sé. Los artistas necesitamos tiempo para hacer las cosas. Unas veces, un disco sale en dos semanas y otras, en nueve meses.

XL. ¿Dónde encuentras la inspiración para tu música?
J.T. En todas partes, en todas las músicas.

XL. ¿Algún estilo en particular?
J.T. Todo me sirve. Por ejemplo, el country tiene las mejores letras que se han escrito jamás; la forma de cantar de Sinatra tiene personalidad… en todo hay algo que me gusta o que me inspira.

XL. ¿Y cómo se convierte esa inspiración en canciones?
J.T. A veces tengo una melodía o una frase en la cabeza; otras veces imagino que compongo para Marvin Gaye o para los Bee Gees. Cada vez es diferente.

XL. ¿En diez años te dedicarás a otra cosa? En el programa Saturday night live, te solicitan como actor muy a menudo.
J.T. Me encanta el trabajo de actor, pero no creo que pueda vivir sin la música; necesito tenerla siempre a mi alrededor.

XL. ¿Hay algo que no hayas hecho hasta ahora y que te gustaría hacer?
J.T. Ya he hecho todo lo que quería, he tenido bastante suerte en la vida.

XL. ¿No habías hecho planes para escalar el Kilimanjaro?
J.T. Querría hacerlo este otoño si el trabajo me lo permite y llego a entrenarme.

XL. Tu estilo ha cambiado mucho en estos años. Has cambiado el chándal rapero por los trajes. ¿Qué ha ocurrido?
J.T. Básicamente, que ya tengo 28 años y ahora me visto como alguien de esa edad. Siempre he sido bastante consciente de mi estilo, aunque haya cambiado con los años. Pienso que la ropa que te pones es una expresión de quien eres, así que la elijo de forma consciente.

XL. Pero hoy prefieres americanas…
J.T. No me comprometo con un pieza en especial, depende de cómo me sienta cada día. Es algo que no planeo cada noche; me planto ante el armario por la mañana y mezclo las cosas como me sale.

XL. ¿Tienes algún imprescindible?
J.T. Los vaqueros.

XL. ¿Y qué es lo que no debe faltar jamás en un armario masculino?
J.T. Un buen traje, un sombrero que te guste de verdad y un estupendo par de zapatos. Aparte de eso, no hay reglas.

XL. Has creado tu propia firma de ropa, ¿también diseñas?
J.T. Bueno, tenemos un equipo muy bueno que se encarga de eso, pero lo supervisamos todo.

XL. ¿Tienes algún icono de estilo?
J.T. Muchos: Frank Sinatra, Steve McQueen, Serge Gainsbourg, James Dean y Elvis Presley, por supuesto.

XL. ¿De verdad? ¿También el Elvis de Las Vegas, con trajes de lentejuelas?
J.T. Quizá tanto no, pero en aquel concierto de regreso en el 68, en el que vestía de cuero, estaba aún impresionante.

XL. En ese concierto sudó tanto que la ropa se le pegó a la piel y debieron cortar los pantalones de cuero para sacárselos.
J.T. Por eso era un icono de estilo, porque tenía actitud. Aunque yo no llegaría tan lejos.