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*Until the end of time* by Núria Mi primer JT Fanfic Justin Timberlake

Comunidad Noticias y opinión *Until the end of time* by Núria Mi primer JT Fanfic

  • Este debate tiene 8 respuestas, 1 voz y ha sido actualizado por última vez el hace 16 años, 6 meses por ana_isabel.
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    Hilo
  • #11663 Responder
    *Núria*
    Invitado

    Pues nada que como veo que no hay ninguno he creido q quizas no estaría mal colgar lo que tengo escrito así la gente ya sabe lo que es un fanfic.

    CAPÍTULO 1

    La señora Wilson repasaba una y otra vez el informe de la escuela Conwy, esa chica le gustaba pero no estaba segura de que fuera la elección acertada.

    – No es americana, eso es un punto en contra. – dijo finalmente.
    – Pero es muy buena, la vi en el examen y prepara las mesas de una manera excepcional, es rápida y muy cuidadosa. – dijo el propietario del yate.
    – Está bien, quizás tienen razón. – La Sra. Wilson repasó otra vez sus papeles, no tenía ninguna objeción. – Haced que pase.

    Maria estaba sentada en una cómoda silla, esperando el veredicto, había luchado mucho por conseguir eso, lo había dejado todo por cambiar su vida y ahora solo quería una oportunidad. Una chica de piel morena y cabellos brillantes la invitó a entrar con una amplia sonrisa.

    – ¿Es usted Maria López? – preguntó la Sra. Wilson.
    – Sí, lo soy.

    Todos los presentes en esa sala se quedaron prendados de su tímida sonrisa y sus grandes ojos marrones. Ella bajó la cabeza y esperó impaciente el veredicto.

    – No estés nerviosa, ya eres miembro de la tripulación del Christina O.

    Maria estaba inmensamente contenta, aunque no sabía lo mucho que iba a significar eso en su vida. No pudo reprimir alguna lágrima debido a la emoción, lo primero que hizo fue llamar a casa

    – ¿Sí? – su madre cogió el teléfono.
    – Me han cogido, me han cogido, me han cogido! – no podía parar de saltar y reír.
    – ¿En serio? Enhorabuena! – dijo su madre.

    Dos semanas después Maria estaba en Italia, delante del Christina O a punto de subir a bordo, nerviosa y a la vez inmensamente feliz aunque no tenía ni idea de quien sería su primer cliente.

    – ¿Impresiona, eh? – una chica de raza negra, con el pelo rizado sonreía detrás de ella. – Supongo que eres una de las nuevas, yo soy Tyra. – dejó una de sus maletas y le tendió la mano.
    – Yo soy Maria. Encantada de conocerte. – dijo tímidamente.
    – ¿De dónde eres? Déjame verte. – ella empezó a examinarla. – Memphis, Tenesse. Sí, eres una chica del sur.
    – Lo siento, no soy americana. – dijo Maria.
    – ¿Ah no? Pues tu acento… es bueno. ¿Inglesa?
    – No, soy de Barcelona.
    – ¿Barcelona? Adoro esa ciudad. Deja que te diga que hablas muy bien, supongo que debes ser muy buena, no suele ser común que trabajen extranjeros en este yate. Por cierto, yo soy de Nueva Orleans.

    Subieron al yate, Tyra era el prototipo de chica negra americana, extrovertida, simpática, con buen sentido del humor, la perfecta candidata para amenizar sus ratos libres.

    CAPÍTULO 2

    El capitán les dio una vuelta por el barco y luego les asignó una habitación, dormirían juntas por decisión propia, mientras guardaban las cosas:

    – ¿Es tu primera vez? – preguntó Tyra.
    – Sí, y espero que no sea la última. – dijo Maria emocionada.
    – Tranquila, si trabajas bien vas a ser fija en la tripulación.
    – Eso espero. Por cierto, ¿sabes donde vamos?
    – Sí, me dijeron que a Grecia. Conozco un par de locales que son geniales. Espero que nos den alguna noche libre. – dijo Tyra mostrando uno de sus modelitos de fiesta que hicieron recordar a Maria que había olvidado coger ese tipo de ropa, no pensó encontrarse con alguien como su compañera de habitación.
    – ¿Quién ha alquilado el yate? – preguntó.
    – ¿Estás impaciente, eh? Tranquila, es alguien muy guapo y simpático, estuve trabajando para él el verano pasado y es muy amable.
    – Dime quien es, me estás matando de la intriga.
    – Mr. JT.
    – ¿Qué? ¿Justin? No puedo creerlo! – Maria estaba emocionada, era uno de los cantantes que más admiraba.
    – ¿Qué pasa? ¿A quien esperabas? ¿A George Bush?
    – Dios, que vergüenza es mi cantante favorito, moriré cuando lo vea.
    – Tu intenta pensar que es… tu hermano. – dijo Tyra sonriendo.
    – No creo que pueda.
    – Date prisa y vístete, la Sra. Wilson nos espera en cubierta en 15 minutos.

    Las chicas se pusieron el uniforme que debían llevar para trabajar y se presentaron en cubierta cinco minutos antes, la Sra. Wilson era la responsable de la tripulación en el barco, ella debía supervisar que todo estuviera correcto. Después de dejarles muy claros sus horarios y lo que debían hacer les indicó la hora de llegada de los pasajeros. Tyra y Maria eran las encargadas de la limpieza de las habitaciones y de la correcta preparación de las mesas, debían satisfacer las necesidades de los arrendatarios.

    Prepararon la suite principal con todo tipo de caprichos y en menos de cuatro horas el cantante y su novia subieron a bordo. El barco zarpó una hora después.

    Dos días más tarde llegaron a Atenas, donde el yate permanecería anclado la mayor parte del tiempo. Parecía increíble pero Maria aun no se había cruzado ni con Justin ni con Jessica, su novia. Esa mañana se levantó más temprano de lo normal y subió a la cubierta a ver salir el sol, a esas horas no había nadie y podía permitirse ese lujo.

    – Buenos Días. – dijo alguien mientras Maria admiraba el amanecer.

    CAPÍTULO 3

    Maria se giró un poco asustada por la posible reacción de la pasajera.

    – Perdone, no quería molestar. – dijo ella agachando la cabeza.
    – No molestas, creía que a estas horas todos dormíais. – dijo ella, era Jessica.
    – No podía dormir.
    – Yo tampoco, aun tengo jet lag. – Jessica se acercó a ella y se apoyó en la barandilla, observaba el horizonte.
    – ¿Necesita algo señora? – preguntó Maria.
    – Sí, ¿te quedas a hacerme compañía? Estar sola en un barco y hablar solo con un hombre durante todo el día se hace pesado. Yo soy Jessica, ¿y tú? – dijo ella tendiéndole la mano.
    – Mi nombre es Maria, señora.
    – No me llames señora, apuesto que no nos debemos llevar muchos años. – dijo Jessica.
    – Sí, creo que unos dos años como máximo.
    – Pues ya está.

    Estuvieron hablando durante una hora larga, hasta que Maria tuvo que ir a cambiarse para comenzar su turno. Tyra ya estaba despierta cuando entró en la habitación, Maria no pudo contenerse y se lo explicó todo.

    – Jess es una chica muy terrenal, no parece actriz, bueno, es guapísima y aparentemente si lo parece pero es una persona muy cercana.
    – Sí, me ha caído muy bien.
    – Venga, vamos a la cocina. Sólo nos quedan 9 horitas por delante y esta noche libramos, que Atenas se prepare, Tyra está aquí!

    Maria sonrió, lo pasaba genial con ella, cada día estaba más contenta de estar ahí trabajando.

    – Esta noche hacen una fiesta en un local que conocí el año pasado, Johnny me ha dado dos pases, Justin estará ahí con unos amigos. – dijo Tyra.
    – Yo no me muevo de aquí, no tengo que ponerme. – dijo Maria.
    – Pero yo si… Esta noche vamos a triunfar. – dijo Tyra mientras seguía preparando la mesa.

    La tarde se hizo interminable pero después el tiempo voló, Tyra hizo de la suyas y la vistió con un modelito de los suyos muy sexy, era un vestido bastante corto de color azul eléctrico, se sentía un poco incómoda aunque los tres primeros chupitos lograron que se olvidase de todo. La fiesta era privada pero estaba llena de gente, Maria no podía parar de sonreír. Dos chicos guapísimos se habían acercado a ellas y no paraban de tontear.

    – ¿Cuál te gusta más? – preguntó Tyra.
    – Steve, me encantan sus labios. – empezó a reír.
    – Ok, vamos ahora mismo a cantar una canción en ese karaoke, no puedo irme sin cantar algo. ¿Sabes cantar?
    – No no no no no, me niego a subir ahí… Dios mío.
    – Hazlo por mí, please! – dijo suplicando.
    – Ok, pero antes quiero otro tequila.

    CAPÍTULO 4

    Se bebieron otro chupito y subieron al escenario, Maria perdió el miedo al escenario y empezó a sonreír. Tyra había escogido una de Nelly Furtado, Say it Right. La música empezó a sonar y ellas bailaban sin pensar en nada.

    – In the day, in the night, say it right, say it all… – empezó Tyra.

    Maria se unió en el estribillo, su voz eclipsaba a la de su amiga y al terminar la segunda estrofa se dio cuenta de un pequeño detalle.

    Justin entró en la sala y dio un vistazo, había buen ambiente, se sentaron en una mesa y pidieron unos tequilas, una canción empezó a sonar, era de su amiga Nelly, le gustaba, aunque la chica que cantaba no lo hacía tan bien como ella, en el estribillo la voz cambió y él levantó la cabeza, esa chica tenía algo especial. Se quedó embobado mirándola, bailaba, sonreía, era preciosa y cantaba como los ángeles.

    – Justin, te presento a Angela. – dijo Clive.
    – Shhh… Ahora no. – todos callaron.

    Maria le vio ahí, sentado, mirándola y escuchándola con atención, sus ojos se cruzaron pero ella no pudo aguantarle la mirada, un escalofrío recorrió su cuerpo y se giró inmediatamente. La canción terminó y ellas bajaron del escenario.

    – Voy al baño, creo que no me encuentro muy bien. – dijo Maria.

    Empezó a caminar entre la gente, el baño estaba en la otra punta, se giró un momento para ver donde estaba Tyra y no perderla de vista y al retomar su camino chocó con alguien y su escote se empapó de cubata.

    – Lo siento mucho… – era Justin.
    – No… no… no… importa. – increíble pero cierto, estaba tartamudeando.
    – Ven, entremos al baño y nos limpiamos un poco. – su camisa estaba toda manchada.

    Justin entró primero e hizo pasar a Maria después, cerró con pestillo.

    – Perdona soy un patoso – dijo él mientras se quitaba la camisa. Llevaba un camiseta interior de tirantes blanca.
    – No es nada. – al final ella reaccionó y no pudo evitar sonreír mientras se secaba con papel higiénico.
    – ¿De que te ríes? – dijo él sonriendo.
    – Nada, me parece increíble que estemos en un baño público y tú te estés disculpando por una tontería.
    – Ya, los baños suelen ser para otro tipo de cosas – se acercó a ella coqueteando.

    Ella bajó la cabeza y siguió sonriendo. Él la miró, no sabía que le estaba pasando, él nunca se había sentido así por alguien a quien no conocía de nada. Fuera sonaba Future Sex/Love Sound.

    Maria le miró, él seguía inmóvil a su lado, la luz del baño se apagó, dejando el cuarto con una leve luz, la de emergencia y Justin empezó a acariciarle los hombros.

    – Quizá será mejor que vaya a abrir la luz… – dijo ella, nerviosa.

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  • #11664 Responder
    Miguel
    Invitado

    Es increiblemente chula !! esto te lo has inventado tu sola ? joder eres un crack !!!!

    #11665 Responder
    *Núria*
    Invitado

    Muchas Gracias… Esto es el reflejo de lo q m aburro en el curro… LA verdad es q tengo mucha imaginacion…

    #11666 Responder
    ana_isabel
    Invitado

    Bueno muchas felicitaciones por tan maña creatividad, eso vuela eh¡¡ Hey Cloud, ya tienes para abrir la seccion de FanFics eh no se te olvide sweet heart

    #11667 Responder
    *Núria*
    Invitado

    CAPÍTULO 5

    Justin tocó sus labios suavemente, haciéndole cosquillas. Se miraron a los ojos, en ese momento ninguno de los dos podía pensar. Él la cogió del cuello suavemente y se besaron, poco a poco. Se dejaron llevar por un momento pero Maria pensó en Jessica, eso no estaba bien.

    – Espera… – dijo ella apartándole.
    – Your enemy are your thoughts baby, so just let’em go… (Tu enemigo son tus pensamientos así que déjalos a un lado…) ‘Cause all I need is a moment alone to give you my tone and put you out of control… (Porque todo lo que necesito es un momento a solas, para conseguir que estés fuera de control.) – susurró en su oído mientras sonaba esta estrofa en la pista de baile.

    Ella no pudo evitar hacerle caso y siguieron besándose. Ninguno de los dos estaba seguro de lo que estaba pasando pero no podían pensar en nada que no fuera disfrutar de ese momento.

    Justin la cogió en brazos y la sentó encima del mármol. Ella empezó a quitarle camiseta y él le subió el vestido. Fuera empezó a sonar Ring the Alarm de Beyoncé. Maria volvió a pensar en Jessica, no iba a ser ella la culpable de una ruptura.

    – Lo siento… No puedo. – le besó otra vez, dulcemente y desapareció por la puerta.
    – Espera… No me has dicho ni como te llamas… – ella ya había desaparecido. – Joder. – se puso la camiseta y la camisa rápidamente y fue en busca de ella.

    Maria se acercó a Tyra que estaba abrazada a Kyle, uno de los chicos con los que habían estado tonteando.

    – Siento interrumpir, pero me voy, no me encuentro muy bien. – dijo.
    – ¿Ya? ¿Quieres que te acompañe? – preguntó Tyra.
    – No, diviértete.

    Salió corriendo del local, el puerto estaba cerca pero prefirió apresurarse.

    Justin salió del local pero ya era demasiado tarde. Algo brillaba en el suelo y se agachó, era un colgante en forma de corazón. Ponía: Maria, te quiero. Se lo guardó en el bolsillo, era de esa chica.

    Cuando llegó a su camarote empezó a llorar, se sentía fatal, lo que había pasado había sido increíble pero no estaba nada bien, se desvistió y se dio cuenta de que había perdido el colgante, quizás era una señal. Se duchó e intentó dormir.

    Justin llegó al barco media hora después, la había cagado, él nunca había imaginado que pudiese hacer algo así. Él más que nadie sabía lo que dolía una infidelidad y ahora él había sido el infiel, se sentía como una mierda.

    Entró en la habitación y Jessica estaba despierta, tumbada en la cama leyendo un guión.

    – ¿Qué tal ha ido la fiesta? – preguntó sonriendo.
    – No muy bien, me encuentro un poco mal.

    Ella le miró, debía haber ido realmente mal, no era normal que volviese tan pronto. Le observó detenidamente mientras él se metía en el baño.

    CAPÍTULO 6

    Maria daba vueltas en la cama y no conseguía dormir, hacía mucho tiempo que no tenía un lío con un chico, muchísimo tiempo. Lo que había pasado había sido un desastre, no le conocía de nada pero no podía parar de pensar en él.

    Justin estaba en la ducha, pensando en lo que acababa de hacer pero lo peor de todo era que no se arrepentía, sabía que si esa chica volviese aparecer, haría lo mismo, eso es lo que le jodía.

    – ¿Me dejas sitio? – Jessica estaba delante de él, entrando en la ducha.
    – Ahora no… No me encuentro bien. – salió de la bañera y cogió una toalla que se colocó mientras desaparecía del baño.

    Jessica se quedó con cara de tonta, nunca le había pasado eso con Justin, se estaba empezando a preocupar.

    Se vistió y desapareció de la habitación, no quería que Jessica empezase a pedirle explicaciones por su extraña reacción.

    Miraba al horizonte, tenía algo en el estomago que no le dejaba respirar, odiaba sentir eso.

    – No puedo quitarte de mi cabeza… – dijo susurrando.

    No sabía que el origen de sus problemas estaba espiándole, Maria le miraba y sentía lo mismo que él, era tan surrealista lo que había pasado que aun no creía que fuese verdad y menos aún lo que él acababa de decir.

    – ¿Podemos hablar? – Jessica había salido a buscarlo.
    – Lo siento, ahora no… Perdóname, no sé que me pasa, sólo se que quiero estar solo. Me voy a la cama.

    Justin se fue y Jessica empezó a llorar en silencio, no era normal.

    – ¿Interrumpo algo? – Maria decidió hablar con ella, quizás necesitaba hablar.

    Ella se giró secándose las lágrimas.

    – ¿Insomnio otra vez?
    – Algo así… – contesto Maria. – ¿y tu?
    – Problemas amorosos. – fue decirlo y arrepentirse, ella no conocía a esa chica y ya estaba sincerándose para que luego se lo contara a la prensa, debía estar desesperada.
    – ¿Quieres hablar?
    – No debo.
    – Te juro que no diré nada, respeto a las personas, y si necesitas algo, no voy a ir diciéndole a nadie que no estas bien, no es mi estilo y me gusta este trabajo, no querría perderlo.

    Jessica no quiso hablar mucho, solo decía que no entendía a los hombres y que nunca lo conseguiría. Sin darse cuenta empezaron una amistad que les llevaría a conocerse mejor que a nadie.

    En la semana siguiente Maria evito encontrarse con Justin a toda costa y lo consiguió, el pasaba mucho rato encerrado en la sala del piano, componiendo y Jessica cada vez se sentía mas sola.

    #11668 Responder
    maxdil
    Invitado

    hola
    increibles la historias que buena escritora
    un saludo desde bogota a todos
    att:maxdil :D :D :D :D :D

    #11669 Responder
    groovegirl
    Invitado

    Es muy buena la historia!!! Me encanta, me he enganchado jeej!!! A ver cómo sigue!!

    #11670 Responder
    *Núria*
    Invitado

    CAPÍTULO 7

    En esa semana Justin se dio cuenta de que no podía actuar así con Jessica, tenia que olvidarse de la chica misteriosa porque no iba a verla jamás. El día que empezó todo con Jessica se sintió el hombre más afortunado del mundo y de verdad que lo era, decidió que tenía que dedicarle todo el tiempo que les quedaban de esas vacaciones en el mediterráneo.

    Esa mañana Maria acababa de terminar su turno y decidió darse una vuelta por el yate aprovechando que Jess y Justin se habían ido a tomar un baño en una cala privada. Ese día era especialmente triste para ella, era el segundo aniversario de uno de los peores días de su vida. Entro en la sala del piano, era precioso, no pudo evitar sentarse y tocar cuatro notas.

    Una cosa llevo a la otra empezó a tocar y a cantar una canción que le salía del corazón.

    http://www.youtube.com/watch?v=0QMcsoRNazg

    Justin entro en el barco, Jessica se había quedado un rato mas en la playa, el ya estaba harto de tanto sol y prefirió darse una ducha y comer algo. Paso por el pasillo y escucho a alguien cantando y tocando el piano, esa voz le era familiar. La puerta estaba abierta y la vio, era ella, dándolo todo con esa canción que el había escrito desde lo mas profundo de su corazón herido.

    Maria termino la canción desgarrada y no puedo evitar soltar alguna lagrima de dolor, aun sentía algo que le oprimía el pecho al pensar en lo que había pasado, había sido demasiado duro para ella y no sabia si estaba recuperada de ese duro golpe que la hizo cambiar de vida.

    – Fantástico. Cantas mucho mejor que yo. – dijo Justin aplaudiendo.

    Ella se apresuro a secarse las lagrimas, esperaba que el no la hubiese reconocido.

    – Lo siento, no quería… Pensé que no había nadie.
    – No te disculpes, tienes una voz increíble. ¿Eres la cantante del yate?

    Ella sonrió, como esa noche en esa discoteca, era imposible no reconocerla, aun así Justin prefirió no decir nada.

    – Solo soy una empleada, nada importante.
    – ¿Te importa si me siento?

    CAPÍTULO 8

    Ella negó con la cabeza y el se sentó a su lado. Empezó a tocar sin hacer ninguna melodía conocida.

    – Nunca pensé que alguien pudiera cantar esta canción con el mismo dolor que sentía yo cuando la escribí. – Maria se quedo callada, no tenia ganas de explicarse. – ¿Te han hecho daño?
    – Prefiero no hablar de eso. Ya hace demasiado tiempo… y discúlpeme pero le acabo de conocer. – intento no ser grosera.
    – Perdona, me he metido donde no debía… y háblame de tu, por favor.

    Hubo un momento de silencio bastante incomodo para los dos.

    – ¿Te sabes (Another Song) All over again? – pregunto Justin.
    – Si, claro.
    – ¿La cantas conmigo?

    Ella sonrió, era increíble, su cantante favorito le estaba pidiendo que cantara con el.

    Maria intentaba no mirarle mucho, esa canción y tenerle cerca le nublaba la mente, terminaron y el sonrió.

    – Esta es la única canción que podría hacerme perdonar una infidelidad. – dijo Maria.
    – ¿Si? – sonrió. – ¿No te gustaría ser cantante?
    – ¿Yo? No digas tonterías – dijo Maria.
    – Estoy hablando totalmente en serio. Este fin de semana vienen Timbaland y Johnny a pasar unos días, quiero que te escuchen.
    – ¿Estas de broma? – pregunto Maria.
    – ¿Como te llamas?
    – Maria.
    – Encantado Maria. – dijo con un acento americano. – Yo soy Justin.
    – Ya lo se. – dijo ella sonriendo. – Siento decirte que mi nombre no es exactamente así.
    – Bien, pues tendremos que buscarte un nombre artístico.
    – Estas loco. – dijo ella. – Bueno, me tengo que ir.
    – ¿Quedamos mañana y me dejas escucharte un poco más? – iba totalmente en serio.
    – Ok. Mañana a la misma hora.

    Maria desapareció de la habitación con una sensación muy extraña, aun así esa sensación de tristeza parecía haber desaparecido. Sonrió, sin darse cuenta caminaba por el barco con esa sonrisa tonta.

    – Por fin te encuentro, le pregunte a la Sra. Wilson donde estabas y me dijo que habías terminado tu turno. – era Jessica.
    – Si, estaba dando una vuelta por aquí.
    – ¿Te apetece comer conmigo? – Maria acepto.

    Jessica había pedido comer en la playa, así que lo tenían todo preparado, Tyra tenía turno de tarde ese día y le había tocado a ella prepararlo todo. Parecía un poco molesta con Maria por la amistad que había entablado con la actriz.

    – Estas muy callada, ¿te pasa algo? – pregunto Jess.
    – La verdad es que si pero no quiero molestarte con mis problemas.
    – Eres la única persona que me escucha, mi única amiga aquí. Cuéntame.
    – Hoy hace dos años que termine con el que fue mi novio durante cuatro años.
    – Entiendo. ¿Qué paso?
    – Es una historia muy larga.
    – Tengo tiempo.
    – Lo siento… yo, hoy no es un buen día.
    – Te entiendo. Si algún día te apetece contarla…

    Comieron mientras Jessica le explicaba que debía marcharse en cuatro días porque tenía que rodar un anuncio en Los Ángeles pero que estaría de vuelta en una semana. A veces envidiaba un poco las cosas que ella contaba y Jessica al contrario, envidiaba a Maria por ser alguien normal.

    CAPÍTULO 9

    Por la tarde, Jessica y Justin se fueron a visitar Atenas y a hacer algunas compras. Maria salio a cubierta, estaba a punto de anochecer, ese día había sido casi perfecto, pero estando ahí sola, solo podía pensar en la persona a la que deseaba olvidar con todas sus fuerzas. Sabía que siempre le querría y que siempre le dolería recordarle.

    – Te he estado buscando… – era Tyra.
    – Siento si te ha molestado que comiera con Jessica. – dijo ella.
    – No, es que hoy tengo un mal día, he sido una imbecil.
    – Yo también tengo un mal día.
    – ¿Y eso? ¿Comer con una estrella de Hollywood es tener un mal día?
    – No, solo que mi cabeza esta en otra parte, pensando en otra persona.
    – No me dijiste que tenías novio.
    – Tenia, hoy hace dos años que ya no.
    – Por eso es un mal día – adivino Tyra.
    – Si. – Maria se giro, una lagrima empezó a bajar por su mejilla.
    – Aun le quieres. – dijo Tyra, Maria asintió.

    Su amiga la abrazo, ese era un día realmente duro para ella.

    Justin y Jessica subieron al yate, querían darse un baño antes de que anocheciera del todo, Justin las vio desde abajo, no sabia que era lo que le pasaba, pero sabia que tenia que olvidarse de ella, se notaba que había otra persona en su corazón.

    – Cariño – dijo Jessica
    – Dime – dijo el acercándose y rodeándola con sus brazos.
    – Gracias por esta tarde. Ha sido genial. Estaba preocupada por ti y hoy ha sido un día perfecto. – dijo mientras jugaba con la cadena que Justin conservaba de su abuelo.
    – No me des las gracias, es lo que tu mereces. – se acerco a ella y se besaron dulcemente.

    Maria les vio, la idea de contarle a Jessica lo que había pasado entre Justin y ella no paraba de rondarle por la cabeza, pero en ese momento vio claro que no debía decir nada, no había significado nada para Justin. Al separarse el la vio, se miraron un par de segundos y ella se giro, volviendo a su habitación.

    Al día siguiente el turno paso rápidamente, ella solo deseaba terminar para volver a encontrarse con Justin, era inevitable sentirse así, aunque sabia que no estaba nada bien lo que pasaba dentro de su corazón.

    Justin estaba ya en el piano, probando cosas nuevas, se había tomado en serio lo de Maria, estaba seguro de que podía ser un buen fichaje.

    – ¿Puedo pasar? – dijo ella entrando en la sala, vestida con una camiseta de manga corta y unos tejanos gastados.
    – Te estaba esperando.
    – Justin, no… no tienes porque hacer todo esto. No… yo… no tengo una voz extraordinaria como tu… No soy especial.
    – Ok. Veo que tenemos mucho trabajo. Empezaremos por esa autoestima.
    – No, en serio. Estas de vacaciones y yo no quiero molestarte.
    – Ok. Pero es que mi trabajo me impide irme a la playa cuando alguien como tu esta cantando mis canciones mejor que yo. Así que siéntate y empezaremos a trabajar. – ella le hizo caso, parecía tan decidido.

    #11671 Responder
    ana_isabel
    Invitado

    De verdad que estás inspirada ah¡¡¡

Viendo 8 rerspuestas - 1 de 8 (de 8 total)
Re: Responder #11667 en *Until the end of time* by Núria Mi primer JT Fanfic
*Núria*

CAPÍTULO 5

Justin tocó sus labios suavemente, haciéndole cosquillas. Se miraron a los ojos, en ese momento ninguno de los dos podía pensar. Él la cogió del cuello suavemente y se besaron, poco a poco. Se dejaron llevar por un momento pero Maria pensó en Jessica, eso no estaba bien.

– Espera… – dijo ella apartándole.
– Your enemy are your thoughts baby, so just let’em go… (Tu enemigo son tus pensamientos así que déjalos a un lado…) ‘Cause all I need is a moment alone to give you my tone and put you out of control… (Porque todo lo que necesito es un momento a solas, para conseguir que estés fuera de control.) – susurró en su oído mientras sonaba esta estrofa en la pista de baile.

Ella no pudo evitar hacerle caso y siguieron besándose. Ninguno de los dos estaba seguro de lo que estaba pasando pero no podían pensar en nada que no fuera disfrutar de ese momento.

Justin la cogió en brazos y la sentó encima del mármol. Ella empezó a quitarle camiseta y él le subió el vestido. Fuera empezó a sonar Ring the Alarm de Beyoncé. Maria volvió a pensar en Jessica, no iba a ser ella la culpable de una ruptura.

– Lo siento… No puedo. – le besó otra vez, dulcemente y desapareció por la puerta.
– Espera… No me has dicho ni como te llamas… – ella ya había desaparecido. – Joder. – se puso la camiseta y la camisa rápidamente y fue en busca de ella.

Maria se acercó a Tyra que estaba abrazada a Kyle, uno de los chicos con los que habían estado tonteando.

– Siento interrumpir, pero me voy, no me encuentro muy bien. – dijo.
– ¿Ya? ¿Quieres que te acompañe? – preguntó Tyra.
– No, diviértete.

Salió corriendo del local, el puerto estaba cerca pero prefirió apresurarse.

Justin salió del local pero ya era demasiado tarde. Algo brillaba en el suelo y se agachó, era un colgante en forma de corazón. Ponía: Maria, te quiero. Se lo guardó en el bolsillo, era de esa chica.

Cuando llegó a su camarote empezó a llorar, se sentía fatal, lo que había pasado había sido increíble pero no estaba nada bien, se desvistió y se dio cuenta de que había perdido el colgante, quizás era una señal. Se duchó e intentó dormir.

Justin llegó al barco media hora después, la había cagado, él nunca había imaginado que pudiese hacer algo así. Él más que nadie sabía lo que dolía una infidelidad y ahora él había sido el infiel, se sentía como una mierda.

Entró en la habitación y Jessica estaba despierta, tumbada en la cama leyendo un guión.

– ¿Qué tal ha ido la fiesta? – preguntó sonriendo.
– No muy bien, me encuentro un poco mal.

Ella le miró, debía haber ido realmente mal, no era normal que volviese tan pronto. Le observó detenidamente mientras él se metía en el baño.

CAPÍTULO 6

Maria daba vueltas en la cama y no conseguía dormir, hacía mucho tiempo que no tenía un lío con un chico, muchísimo tiempo. Lo que había pasado había sido un desastre, no le conocía de nada pero no podía parar de pensar en él.

Justin estaba en la ducha, pensando en lo que acababa de hacer pero lo peor de todo era que no se arrepentía, sabía que si esa chica volviese aparecer, haría lo mismo, eso es lo que le jodía.

– ¿Me dejas sitio? – Jessica estaba delante de él, entrando en la ducha.
– Ahora no… No me encuentro bien. – salió de la bañera y cogió una toalla que se colocó mientras desaparecía del baño.

Jessica se quedó con cara de tonta, nunca le había pasado eso con Justin, se estaba empezando a preocupar.

Se vistió y desapareció de la habitación, no quería que Jessica empezase a pedirle explicaciones por su extraña reacción.

Miraba al horizonte, tenía algo en el estomago que no le dejaba respirar, odiaba sentir eso.

– No puedo quitarte de mi cabeza… – dijo susurrando.

No sabía que el origen de sus problemas estaba espiándole, Maria le miraba y sentía lo mismo que él, era tan surrealista lo que había pasado que aun no creía que fuese verdad y menos aún lo que él acababa de decir.

– ¿Podemos hablar? – Jessica había salido a buscarlo.
– Lo siento, ahora no… Perdóname, no sé que me pasa, sólo se que quiero estar solo. Me voy a la cama.

Justin se fue y Jessica empezó a llorar en silencio, no era normal.

– ¿Interrumpo algo? – Maria decidió hablar con ella, quizás necesitaba hablar.

Ella se giró secándose las lágrimas.

– ¿Insomnio otra vez?
– Algo así… – contesto Maria. – ¿y tu?
– Problemas amorosos. – fue decirlo y arrepentirse, ella no conocía a esa chica y ya estaba sincerándose para que luego se lo contara a la prensa, debía estar desesperada.
– ¿Quieres hablar?
– No debo.
– Te juro que no diré nada, respeto a las personas, y si necesitas algo, no voy a ir diciéndole a nadie que no estas bien, no es mi estilo y me gusta este trabajo, no querría perderlo.

Jessica no quiso hablar mucho, solo decía que no entendía a los hombres y que nunca lo conseguiría. Sin darse cuenta empezaron una amistad que les llevaría a conocerse mejor que a nadie.

En la semana siguiente Maria evito encontrarse con Justin a toda costa y lo consiguió, el pasaba mucho rato encerrado en la sala del piano, componiendo y Jessica cada vez se sentía mas sola.



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