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Antena 3, La Razón, El Nuevo Herald: críticas de «Trolls»

Antena 3: La mezcla perfecta de diversión y cuquismo

Un trol (del nórdico «troll») es un temible miembro de una mítica raza antropomorfa del folclore escandinavo. Su papel en los mitos cambia desde gigantes diabólicos —similares a los ogros de los cuentos de hadas ingleses— hasta taimados salvajes más parecidos a hombres que viven bajo tierra en colinas o montículos, inclinados al robo y al rapto de humanos que, en el caso de los infantes, eran sustituidos por niños cambiados.

También se les puede llamar ‘gente de la colina’ o ‘del montículo’. En los cuentos de las islas Shetland y Orcadas, los `troles´ son llamados `trowes´.

La literatura, el arte y la música nórdica de la época romántica en adelante ha adaptado los `troles´ de diversas formas; a menudo con la forma de una raza aborigen, dotados de enormes orejas y narices. Desde aquí, así como desde cuentos de hadas escandinavos, los `troles´ han alcanzado reconocimiento internacional y, en la literatura fantástica y en los juegos de rol modernos aparecen hasta el extremo de ser personajes tipo.

En internet los llamados «trolls» son aquellos pesados de todo tipo que `trollean´ (dan la lata, critican, insultan, molestan y/o agobian) sobre todo lo que encuentran allá publicado y con lo no están de acuerdo (todo en particular, nada en general).

Ya en Antena 3 nos hicimos eco hace un tiempo de los «trolls de cine», aquellos simpáticos personajes, más cerca de los «haters» que de otra cosa, a los que nunca gustaba ninguna película.

Claro, con tantos referentes negativos, como vemos, tanto en la literatura folclórica como en la cultura popular, presentar a los «trolls» como unos simpáticos personajes parecía una difícil misión para el estudio de animación de Dreamworks, ¿no? La clave fue usar unos muñecos reconocidos en cualquier lugar del mundo, y una pegadiza canción de Justin Timberlake (que también suena en todo el mundo).

Los muñecos `troll´ son un tipo de muñeco de juguete que se puso de moda tras su creación en 1959 por el leñador danés Thomas Dam. Los originales, también llamados «Dam Dolls», eran de excelente calidad, con pelo de lana de oveja y ojos de cristal. Su repentina popularidad, junto con un error en el aviso de copyright del producto original de Thomas Dam, hizo que imitaciones y copias de menor calidad inundaran el mercado.

Se convirtieron en uno de los mayores juguetes de moda en Estados Unidos desde el otoño de 1963 hasta 1965. Con su pelo de colores chillones y sus caras sonrientes se encontraban en todas las tiendas del país. Aparecieron en 1964 en las revistas Life y Time en sendos artículos que comentaban la «buena suerte» que traían a sus dueños. Por eso, y así sale en los créditos de la película, empezaron a comercializarse como los `trolls de la buena suerte´ (con sus innumerables imitaciones, claro).

Volvieron a ponerse de moda en breves periodos de los años 1970, 1980 y 1990, con hasta diez fabricantes diferentes (el copyright no funcionaba aquí).

También conocidos como «Wishniks», «Trolls del tesoro», «Norfins» y otros nombres, no fue hasta 2003 cuando una ley del congreso estadounidense permitió a la familia danesa de Elvio recuperar sus derechos de autor en aquel país y convertirse de nuevo en el único fabricante oficial.

Mucha gente colecciona los muñecos, manteniendo los originales su mayor valor. Algunos coleccionistas tienen miles de ellos, desde el tamaño de un premio en una máquina de chicles hasta unos 30 cm.

Otro ejemplo de muñecos `troll´ son los llamados «Ny Form Trolls», de látex y realizados a mano en Noruega . Al igual que los «Wishniks», son coleccionados por muchas personas. Su precio puede llegar a sobrepasar los mil dólares.

Cuando todos estos asuntos del copyright se solucionaron (no estamos ahora precisamente en la época de mayor popularidad de estos muñecos, los Pokémon arrasan todavía tras el boom del verano, aunque volverán a ponerse de moda con la película enseguida) Dreamworks ya anunció que ponía en marcha su comedia musical animada (¡sí, hay muchas canciones… y molan, ninguna desentona!).

El encargado para dirigirla ha sido Mike Mitchell, que ya trabajó para la casa en `Hormigaz´, la segunda, tercera y cuarta entrega de `Shrek´, `Monsters Vs. Aliens´ y `El gato con botas´ (spin-off, como sabes, de la saga del ogro verde, con voz de nuestro querido Antonio Banderas).

La película la distribuye 20th Century Fox, y en su reparto original cuenta con Anna Kendrick, el propio Justin Timberlake, Russell Brand, Zooey Deschanel, Gwen Stefani, James Corden, Kunal Nayyar e Icona Pop, entre otros. Timberlake es además el productor musical de la misma, y hay que alabarle el gusto, pues todas las canciones son clásicos y tienen bastante sentido según van encajando en la trama.

En una hábil maniobra de promoción de la productora, Justin Timberlake publicó la canción original «Can’t Stop the Feeling!» el 6 de mayo de 2016, con lo que ha sonado todo el verano y ya la tienes integrada en tu ADN. Christophe Beck (`Buffy cazavampiros´) firma el score orquestal.

¿Y el argumento? ¿Si los `trolls´ son siempre malos hemos vuelto a esta moda de `Gru, mi villano favorito´ o `Megamind´ donde el enemigo del protagonista es la estrella? No, para nada. En ésta los «trolls» son, por primera vez, buenos. De hecho son una suerte de «pitufos», que viven en su aldea, con sus pelos de colorines, escondidos en el bosque, cantando y bailando… hasta que los secuestran unos ogros gigantes, que una vez al año celebran el «trollsticio» en su triste castillo y lúgubre pueblo.

En esta fecha señalada son felices por unos instantes cuando se comen un pequeño `troll´, y la alegría es momentánea, porque en cuanto lo digieren vuelven a la tristeza hasta el año siguiente.

Cómo cambia el cuento, ¿no? De ser criaturas abominables a fuente de felicidad en tan sólo una película. ¿Cambiará el concepto para siempre? Si Dreamworks consiguió que identificáramos Madagascar como una isla con mucha «marcha… ¡marcha!» todo es posible. La película es una mezcla perfecta de diversión y cuquismo, ¡no hay que perdérsela!

Deia: Encuentra la felicidad

DE la mano de DreamWorks, creadores de los éxitos Shrek y Cómo entrenar a tu dragón, llega este fin de semana a las pantallas la comedia musical de dibujos animados Trolls, el primer musical de estos estudios desde El Príncipe de Egipto (1998). Los trolls, que protagonizan y dan nombre a la cinta, son seres amables, alegres y felices, con unos divertidos peinados de colores, a los que les encanta jugar, cantar, bailar y pasarlo bien. Los bergens, por el contrario, son una tribu de ogros gigantes e infelices, que solo buscan la felicidad incluyendo a los trolls en su menú.

Durante 20 años los trolls se las han arreglado para permanecer ocultos de los bergens, pero una gran fiesta repleta de luz y color los delata y comienza la persecución. Será entonces cuando Poppy, la líder optimista de los trolls, y su polo opuesto, el gris y pesimista Branch, se embarquen en una aventura que les llevará mucho más allá del único mundo que siempre han conocido.

El guion es obra de Erica Rivinoja, ganadora de dos premios Emmy por la serie de televisión de animación South Park, y la dirección ha corrido a cargo de Mike Mitchell (Shrek: Felices para siempre, Alvin y las ardillas 3) y Walt Dohrn, guionista y director de la segunda temporada de Bob Esponja.

TIMBERLAKE Y MUCHO MÁS El famoso actor y músico Justin Timberlake, ganador de nueve Grammys, siete premios American Music, cuatro Emmys, tres Brit y 11 MTV Video Music Awards, es el productor ejecutivo de la música de Trolls y el autor del tema principal Can’t stop the feeling y otras canciones de la película. En la versión original en inglés, también presta su voz a Branch, el troll protagonista junto a Poppy, doblada por Anna Kendrick.

Además de la música de Timberlake, la banda sonora de la película está plagada de canciones de artistas tan populares como Ariana Grande, Katy Perry, Rihanna, Fifth Harmony o Taylor Swift. Asimismo, cuenta con innumerables clásicos, canciones como Break on through de The Doors, You really got me de The Kinks, Ice ice baby de Vanilla Ice, My Generation de The Who, Back in black de AC/DC o What a wonderful world interpretada por Louis Armstrong.

TROLLS DE COLORES Hoy día se conoce como trolls a quienes publican mensajes provocadores en foros o chats, pero no siempre ha sido así. Los trolls de colores que aparecen en la película han tomado la imagen de los muñecos Troll que triunfaron a principios de los años 60. Aquellos juguetes nacieron en 1959 gracias al danés Thomas Dam.

Al no poder permitirse un buen regalo de Navidad para su hija, este leñador decidió tallar un muñeco basado en un troll, una criatura mitológica escandinava, y le puso una melena de colores. Su idea triunfó en un par de años, y aquellos muñecos se convirtieron en uno de los juguetes de moda en Estados Unidos. Al no haber registrado el copyright del producto original, surgieron imitaciones y copias por doquier. Los muñecos siguieron disfrutando de éxito en todo el mundo en los 70, 80 e incluso en los 90. Quienes jugaron con aquellos muñecos en la infancia, hoy pueden disfrutar con sus hijos de Trolls, con sus animados temas musicales, su humor y sus reflexiones sobre la naturaleza de la felicidad. Y es que, como se recuerda a través del personaje de Bridget (una bergen transformada en Lady Glitter Sparkles con tan solo una peluca arcoiris), todos tenemos un brillante y colorido muñeco feliz dentro que debemos descubrir.

eCartelera: En busca de la sonrisa permanente

El próximo 28 de octubre llega a los cines ‘Trolls’, la última película de DreamWorks. Con esta apuesta brillante (estornudos de purpurina incluidos), la productora de animación trata de volver a sus días de gloria, en los que recaudó 3,5 mil millones de dólares gracias a las cuatro entregas de la saga ‘Shrek’. Los míticos duendecillos con coloridas melenas con los que jugaron miles de niños en los años 80 y 90 dan el salto a la gran pantalla gracias a Mike Mitchell y Walt Dohrn, que tratan por todos los medios de superar a las anteriores cintas de la compañía (‘Madagascar’, ‘Kung Fu Panda’ y ‘Cómo entrenar a tu dragón’. ‘Trolls’ es una cinta de animación dinámica, divertida y llena de música.

El comienzo de la película, que está narrada como si de un cuento hecho a mano por la protagonista se tratase, nos presenta el país de los trolls, unos duendecillos de colores que se pasan el día bailando, cantando y dándose abrazos. La paz de estos ultraoptimistas personajes se romperá cuando sean capturados por los Bergens, unos ogros malvados que usan a los trolls como píldoras de felicidad. Esta masacre ocurre durante la extravagante fiesta organizada por Poppy (Anna Kendrick), la joven princesa de los trolls, que verá cómo su pueblo está al borde de la extinción. Para conseguir salvarlos de una muerte segura, la protagonista pedirá ayuda a Branch (Justin Timberlake), el troll más gruñón y prudente de todos, que ha vivido siempre bajo tierra para protegerse del peligro.

Como sucede en muchas películas de animación, la alocada protagonista está acompañada en su viaje por un personaje más cauto que representa el espíritu adulto, alguien que le ayuda a poner los pies en la tierra y a ser consciente de los problemas de la situación. Este aguafiestas protagoniza muchos de los momentos más divertidos de la cinta, ya que tendrá que soportar el exagerado optimismo de Poppy. En el camino los protagonistas conocerán a Bridget, una bergen enamorada del príncipe Gristle. Siguiendo el manido recurso del patito feo convertido en cisne, Branch y Poppy se convertirán en sus asesores, para conseguir que el príncipe se enamore de ella y así poder demostrar a los ogros que es posible encontrar la felicidad sin depender de los duendecillos.

‘Trolls’ es una película divertida, que presenta un chiste detrás de otro y consigue su propósito, hacer reír a los espectadores. El mensaje aparente que transmite es la posibilidad de encontrar la felicidad más allá de las cosas materiales, en este caso los duendecillos. No obstante, esta cinta también pretende mostrar los niños cómo es la vida real, no se trata de un país multicolor con brillantina en el que se canta y se baila sin preocupaciones, pero tampoco es algo gris y tedioso. Los polos opuestos se atraen, y era más que obvio que los personajes de Poppy y Branch acabarían complementándose a la perfección.

‘Trolls’ es una película muy dinámica que hace que el espectador no se aburra ni deje de reírse en ningún momento. El peligro de la rapidez de la trama es la falta de emociones profundas. La gran incoherencia de la cinta de Dreamworks es que, a pesar de que los duendecillos se pasan el día dándose muestras de cariño, apenas aparecen en pantalla sentimientos verdaderos más allá del sentimiento de pertenencia al poblado de ensueño. Su punto fuerte son la infinidad de colores y texturas que harán las delicias de los amantes del azúcar, especialmente su versión en 3D. No obstante, si miramos más allá de ese arcoiris nos damos cuenta de que la cinta es una mezcla de ‘Los Pitufos’ y ‘Shrek’.

La música, una protagonista más
Lo mejor de la cinta son, sin duda, los números musicales con canciones pegadizas que levantarán del asiento a los más pequeños. Por si no había quedado claro con las dos entregas de ‘Dando la nota’, Anna Kendrick vuelve a mostrar su portentosa voz junto a Justin Timberlake, Gwen Stefani y Ariana Grande. En el reparto encontramos otras caras conocidas del panorama hollywoodiense como Russell Brand (quién le diría al cómico inglés que acabaría doblando a un habitante de un edulcorado país multicolor al estilo de los videoclips de su ex mujer Katy Perry), Zooey Deschanel, Jeffrey Tambor, James Corden, Christopher Mintz-Plasse, Christine Baranski, Kunal Nayyar, Quvenzhané Wallis y John Cleese.

Lo mejor: Su atmósfera multicolor llena de música.

Lo peor: El ultraoptimismo artificial del poblado troll.

La Nueva España: Infantil, nórdica y musical

Esta película de animación cumple con creces en su apartado musical pero va justita en lo que se refiere al argumento.

Cubre en líneas generales el expediente de entretener a los más pequeños y se deja en esa tarea sus tres objetivos prioritarios. El primero de ellos lo cumple con nota y es la condición musical del largometraje, repleto de canciones de Justin Timberlake y de Gwen Stefani, Anna Kendrick y Ariana Grande, que son algunas de las voces originales de la película, dobladas en su mayoría en la versión española, así como varios clásicos de la época de los 60, 70 y 80 versionados por miembros del reparto. El segundo, también loable pero en menor medida, es el diseño de los personajes, concretamente de los pequeños pero simpáticos y encantadores trolls, enfrentados a sus eternos enemigos, unos Bergens que desean que se conviertan en invitados eternos de su estómago. Finalmente,
el factor más discutible y con algunos reparos es el argumento, que alarga un planteamiento muy básico, la búsqueda de la felicidad, albergando en esa tarea algunos tiempos muertos.

Con el aval de un director como Mike Mitchell, que ha logrado en el género animado credenciales como ‘Shrek: Felices para siempre’ y ‘Alvin y las ardillas 3’, se consigue sin problemas dotar de ternura a unos seres que solo desean ser felices pero que han encontrado en esa meta un enemigo tan tenaz como inesperado. Por eso han estado condenados a vivir escondidos en el bosque, alejados de unos Bergens que los han convertido en su manjar más exquisito. En ese estatus, que al menos les ha permitido salvar sus vidas, se han mantenido hasta el funesto día en que un exceso de bullicio y de alegría ha delatado su presencia. Las consecuencias son terribles, ya que numerosos miembros de la comunidad son secuestrados y para evitar su muerte segura solo cabe montar la inevitable operación rescate. En ella es decisiva la participación de los dos personajes claves de los trolls, Poppy, que rezuma felicidad por todos los costados y el excesivamente cauto y gruñón Branch. Para ambos el asunto supone un viaje apasionante para rescatar a sus amigos.

Una visión optimista, como es lógico, salpicada de música que ha sacado un partido aceptable de unos seres, los trolls, adaptados a la pantalla al estilo Hollywood, es decir sin demasiados escrúpulos, desde la mitología nórdica.

La Razón: Trolls, la última película para niños de Dreamworks

Creo que yo tenía tantas (o incluso más) ganas de ver esta película en el cine que mis hijas. En cuanto vi el trailer pensé «¡esa es la siguiente!». Así que aprovechamos el martes de Todos lo Santos para ir en familia.

Me atraía muchísimo el colorido, parecía una película llena de energía y positivismo. También la música, a cargo de Justin Timberlake. ¡Marcha para cargar a toda la familia de buen rollo!

Y una vez vista puedo decir que me ha encantado, aunque tiene más «malos» de lo que te esperas una vez visto el tráiler. Los malos, como suele ocurrir, son feos a rabiar, grandotes y chillones, así que esta vez mi peque más peque (2 y medio) no ha estado tan relajada y disfrutona como estuvo en Cigüeñas. Algún mal rato pasó, sí. Como dicen en la película «no todo en la vida son fiestas y cuppakes». A las mayores (de 7 y 5 años) les gustó mucho, pero tuvieron también sus momentos de tensión.

En cuanto a los personajes y la ambientación, me parece simplemente genial. Tanto los personajes como la naturaleza que les rodea parece hechos de fieltro y lana, y las texturas se reconocen perfectamente. Es impresionante.

La música genial, pero… las canciones en inglés que ya conocemos son traducidas al español porque tienen su mensaje. Y yo soy de esas a las que les chirría una canción traducida al español cuando te la sabes en inglés. Se me hace un poco raro. Los niños, por supuesto, ni se enteran del matiz y disfrutan con las buenas canciones, estén en el idioma que estén.

Sin duda creo que es recomendable, una película sobre la amistad, el amor y la búsqueda de la felicidad.

Televisa: LA MÁGICA HISTORIA DE ‘TROLLS’ LLEGA AL CINE

Trolls es la nueva película animada del estudio DreamWorks Animation, la cual narra las aventuras de unos pequeños y coloridos seres fantásticos, tuvimos la oportunidad de ver este filme hace algunos días y a continuación te contamos sin vale la pena verla.

Los trolls viven en mundo de fantasía, les encanta bailar, cantar y abrazar, también son sumamente sabrosos o por lo menos, eso es lo que piensan los bertenos, unos seres con aspectos de ogro, sumamente pesimistas, sin ilusiones, infelices y aburridos.

Años después estos pequeños seres felices deciden hacer una fiesta enorme para festejar a su nueva líder ‘la Princesa Poppy’, pero durante dicha celebración son secuestrados por los aterradores bertenos para dar inicio al «Trollsticio».

Es ahí cuando ‘Poppy (Belinda) acompañada de ‘Ramón’ (Aleks Syntek) emprenden una divertida y extrema aventura a pueblo Berteno para rescatar a sus amigos.

El mensaje que deja la película es que todos nacen con chispa, solo hay que dejarla salir y dejarse llevar, no cohibirse, restringirse o tener miedo para conseguir la felicidad, esta vive dentro de nosotros mismos, además tiene una magnifica animación con escenas que simulan ser un libro recortable, la textura de las criaturas diminutas es muy real, por lo que es recomendable disfrutarla en formato 3D.

Sin duda Trolls es una cinta muy divertida que incluye una banda sonora que corre a cargo de Justin Timberlake, mostrando canciones originales y algunos clásicos, entre ellos el famoso tema ‘Can’t stop the felling’, así que no dejarás de bailar y cantar durante la proyección.

Al Día Dallas: Música, color y un mensaje sobre la vida

La película «Trolls» es irresistiblemente encantadora gracias a un simple pero pegajoso anzuelo.

Esta colorida creación animada presenta las criaturas más felices que viven en el árbol más feliz del bosque más feliz que existe: una comunidad de resplandecientes trolls, famosos por su júbilo interior al punto que las miserables y repugnantes criaturas que son sus vecinos -los bergens- comen trolls una vez al año… nada más para ver qué se siente ser feliz.

En el curso de un ataque de los bergens, el rey troll, Peppy (en la voz de Jeffrey Tambor) se lleva a su hija la princesa Poppy (Anna Kendrick) y a sus súbditos a un lugar seguro.

Pero al salvar a su gente de ser comidos, Peppy les niega a los bergens su dosis de felicidad, sumiéndolos en décadas de desdicha.

Veinte años después, Poppy organiza una fiesta para conmemorar su escape del terror.

Pero la pirotecnia de Poppy sin querer revela a los bergens dónde está el escondite de los trolls.

Después de que son secuestrados un puñado de amigos de Poppy, ésta intenta una misión de rescate con un troll llamado Branch (Justin Timberlake), un catastrofista gris que carece del color y la felicidad de los trolls.

El tema de la felicidad es remachado por evocadores números musicales que transmiten una emoción especial que hasta los espectadores más pequeños entenderán, ya sea entusiasmo, alegría, nostalgia o soledad.

Y no importa lo que piense de la trama, la música nos hará tararear aun después de que salen los créditos.

En el aspecto visual, la animación captura la colorida y maleable textura del cabello de los trolls y de sus trajecitos de fieltro.

Toda esa comicidad, color y alegría son un deleite innegable, hasta hacernos marcar el ritmo con el pie y, como dice Timberlake en una de sus canciones, sentir que traemos el sol en el bolsillo.

Calificación: 4/5 estrellas

Vívelo Hoy: Da ‘Trolls’ una lección de optimismo

«Trolls», la nueva película animada del estudio DreamWorks bien podría definirse como una oda al optimismo y la buena vibra.

Tiene como protagonistas a los muñecos que se dieron a conocer en la década de los 50 y que tuvieron su máximo apogeo en la década de los 60 y 70; en los 90 volvieron a resurgir y habían quedado en el olvido… hasta ahora.

Dirigida por Mike Mitchell («Shrek Forever After», «The SpongeBob Movie: Sponge Out of Water») y Walt Dohrn, nos presenta a los habitantes de la villa de los Trolls y su eterna rivalidad con los Bergens.

En una hazaña del rey Peppy (voz de Jeffrey Tambor) que ha quedado inmortalizada en la historia del lugar, los Bergens fueron derrotados por los Trolls.

Los Bergens creen que su felicidad depende solamente de comer Trolls y su existencia se ve reducida a la amargura por no poder conseguir lo que creen que los hará felices.

En cambio, los Trolls desde su enfrentamiento con los Bergens, han vivido en una eterna ronda de fiestas, siempre una más grande y ruidosa que la anterior.

Es precisamente su afán de fiesta lo que hará que la chef de los Bergens (voz de Christine Baranski) -desterrada por el rey Gristle padre (voz de John Cleese)- de con su paradero, capture a algunos y se los ofrezca al rey Gristle (voz de Christopher Mintz-Plasse) y así pueda regresar al reino y tramar cómo apropiarse de él.

Es entonces cuando Poppy (voz de Anna Kendrick) la princesa de los Trolls y la eterna optimista, tendrá que unir fuerzas con el cauteloso y cascarrabias Branch (voz de Justin Timberlake) en una aventura para rescatar a sus amigos.

En su travesía, los Trolls se vuelven aliados de Bridget (voz de Zooey Deschanel), una sirvienta del palacio (una historia muy a lo «Cenicienta») enamorada del rey Gristle y también son traicionados por Creek (voz de Russell Brand) uno de los suyos.

Redefinen el término ‘Troll’
Para los directores Mike Mitchell y Walt Dohrn crear un universo y una historia sobre estos personajes de la cultura popular que solo tienen como antecedente a las criaturas imaginarias del folclore escandinavo, fue más que un reto, una oportunidad.

«No teníamos historia, nada. Era una hoja en blanco. Había que crear todo un universo», comentó Mitchell durante su visita a Chicago para promover el filme.

Walt Dohrn -quien además da voz al personaje de «Cloud Guy»– agregó que lo que más amaron fue crear una película para todo el público, agregando canciones y referentes de la cultura popular que los padres entienden y que quizá a los hijos les pasan de largo (y viceversa).

«A Walt y a mí nos gusta poner ese tipo de humor que los niños no entienden del todo pero que funciona, o que quizá le dan otro significado», compartió Mitchell.

Actualmente el término «Troll» se usa en las redes sociales para definir a los individuos que publican mensajes de manera anónima en muchas ocasiones, a fin de provocar o molestar.

Nada que ver con los personajes del filme.

«Redefinamos la palabra ‘Troll'», destacó Mitchell, para quien dirigir un filme que haga sonreír era algo imperativo, más en tiempos actuales.

«Fue una decisión muy consciente hacer un filme sobre la felicidad, sobre todo ahora que en los medios de comunicación, en el internet, todo se ha vuelto muy alarmante, oscuro y sentencioso», agregó.

Para Dohrn el filme celebra el poder contagioso que puede tener el optimismo y el efecto sanador que tiene en los demás.

«Queremos que la gente se divierta, que se sienta bien (al ver el filme)» dijo para también contar que durante la grabación del filme algunos diálogos fueron improvisados luego de la interacción de los personajes, como es el caso de las escenas de Cloud Guy, Poppy y Branch.

Emulando el modelo de las series de vídeos «Ted Talks», «Trolls» busca contagiar con el mensaje del optimismo y que la felicidad no es algo que se busca fuera o se obtiene con cosas materiales.

Y su nuevo «trolleo» parece estar funcionando con la audiencia.

«Hemos viajado con este filme, y la reacción ha sido muy positiva, es increíble ver que salgan del teatro bailando y cantando», agregó Mitchell.

ZETA: Diversión colorida

Distribuida por 20th Century Fox, la historia de dos trolls muy diferentes que deben unirse para salvar a su comunidad, se estrena en México este viernes 4 de noviembre. Con voces originales de Anna Kendrick y Justin Timberlake, el doblaje al español estuvo a cargo de Belinda y Aleks Syntek.

Una trama que pone como protagonistas a los pequeños muñecos daneses que se popularizaron en los 70s, es la nueva apuesta de DreamWorks Animation con la que retoman la importancia de la felicidad y la aceptación de uno mismo. Será a través de Poppy y Branch que el público se adentre en el mundo de los «Trolls» y los «Bertenos», en una aventura colorida llena de diversión e irreverencia.

«La reina de los trolls se llama Poppy y la interpreta Anna Kendrick, es la troll más feliz, la que más canta y más abraza. Hay otro troll que se llama Branch, interpretado por Justin Timberlake, él no es feliz, tiene tragedias que le han ocurrido y por eso es de color gris. A él le preocupa que el bailar y cantar llame la atención de los Bergens y se los puedan comer. Pero los trolls bajo la dirección de Poppy bailan y cantan todo el tiempo y tiene como veinte años que no se los han comido, han escapado de todo eso, viven en el bosque y siempre están de fiesta», declaró el director Mike Mitchell, en la pasada edición de Comic Con en San Diego, California.

Conocidos en español como bertenos, los bergens son criaturas que todo el tiempo caminan cabizbajos, no socializan y tienen como objetivo la búsqueda de su felicidad, aunque ésta solo les llega de forma momentánea cuando se comen a un troll, lo que da pie a la historia: «Resulta que Branch tiene razón y un bergen secuestra a muchos amigos de Poppy en una fiesta muy ruidosa que precisamente hicieron por el veinte aniversario de su libertad. Poppy le pide ayuda a Branch para rescatar a sus amigos porque es la única persona que está muy preparada para esta situación, dado que siempre le advirtió a todo mundo lo que podía suceder. Entonces estos personajes con una química muy dispareja se van en una misión de rescate a Bergen Town, donde viven los bergens».

La travesía de ambos irá de la mano de actos musicales que le dan vida a una banda sonora, cuya producción de Justin Timberlake, reunió a artistas como Gwen Stefani, Icona Pop y Ariana Grande: «Teniendo tantas canciones tan diferente tuvimos que enfocarnos a que el soundtrack sonará cohesivo, en eso nos ayudó mucho Justin, trabajar con alguien como él es tener un hechicero de audio. Todas las canciones quedan con la historia, notarán que cuando hay una la película no para, fluye con ésta», compartió el responsable anteriormente de «Shrek Para Siempre», «Bob Esponja: Un Héroe Fuera del Agua» y la tercera parte de «Alvin y Las Ardillas».

Re-versionar clásicos como «Move Your Feet» (Junior Senior), «September» (Earth, Wind & Fire), «The Sound Of Silence» (Simon & Garfunkel), «Hello» (Lionel Richie), «I’m Coming Out» (Diana Ross) y «True Colors» (Cyndi Louper), fue parte del trabajo que realizó el músico de 35 años, además de darle voz a Branch. «Nunca pensé que iba a tener la oportunidad de trabajar con música de Simon & Garfunkel o Earth, Wind & Fire, y resultó muy divertido. También tuve la oportunidad de hacer la voz de un personaje, me convencieron al decirme que Anna (Kendrick) iba a ser parte de la película. Me emocionó mucho la oportunidad de estar en la película y poder ayudar a colaborar con la historia a través de la música fue un sueño hecho realidad».

Para un total de trece canciones, el soundtrack suma éxitos contemporáneos y cuatro piezas compuestas por el propio Timberlake, incluida «Can´t Stop The Feeling!»: «Jamás había escrito una canción así y menos bajo esas circunstancias. Cuando la empecé a escribir me di cuenta de que me ponía muy de buenas e iba muy bien con la temática de la película. Es lindo tener algo que te haga sentir feliz sin buscarle razón de ser, ésa es mi cosa favorita de todo».

Con la preocupación de que su personaje fuera demasiado deprimente para el público y no empatizaran con él, Timberlake manipuló su estado de ánimo mediante la voz, para darle equilibrio y contrarrestar el optimismo de Poppy, de esa forma los dos personajes tendrían un punto de partida en el que la comicidad se hace presente.

Sobre ese proceso, la actriz de «Notas Perfectas», declaró: «En las sesiones de grabación no pude evitar que mi personaje sonara medio psicótico pero les gustó y lo aceptaron. Entiendo que la quisieran hacer feliz pero no tanto como enmielado, tiene capas, es un personaje muy profundo. Cada que me llegaba un correo de que íbamos a grabar otra sesión de voces me ponía muy feliz porque era lo que esperaba toda la semana. Me encantó entrar en la mente de este pequeño troll de seis pulgadas, siempre terminé exhausta y feliz después de grabar».

Dedicándole dos años a la grabación de voces, la película en su audio original cuenta con la participación de Zooey Deschanel, Christopher Mintz-Plasse, Christine Baranski y Jeffrey Tambor, entre otros.

Más que trolls
Escrita por Erica Rivinoja, la historia de «Trolls» se puede disfrutar a partir de este viernes 4 de noviembre en formato 2D y 3D, como una alternativa que su director considera grata ante las malas noticias que hay en el mundo: «Nos emocionaba hacer una película que va a poner feliz a la gente porque la felicidad ayuda bastante. Es una película que te hace sentirte feliz cuando la ves».

Por su parte, Gina Shay, productora del filme, expuso que enfocar un proyecto en los peculiares personajes de cabello alto y colorido, más que retomar la añoranza de los 70s que le recuerda directamente a ellos, a alfombras brillosas y música de ABBA, era «buscar esa sensación de libertad que le hace falta a nuestra sociedad» y cumplir con su responsabilidad de cineasta para hacer personajes memorables que enaltezcan la creatividad y pasión por la vida, antes que el aspecto físico. De ahí que la imagen de los trolls para la

pantalla grande, mantenga una silueta redondita y sin zapatos.

El Universal: La obviedad de los Trolls

Sigo pensando que éste no ha sido definitivamente un buen año para el cine de animación. Trolls es un intento hecho con corazón, divertido y con una producción musical fascinante. Detrás está Justin Timberlake.

Se propone un estilo diferente al mezclar distintas texturas, pero con una línea de colores siempre desbordados y chillones que en ocasiones rozan lo psicodélico. De un corte más infantil y con una estructura excesivamente típica, llega a ser finalmente, previsible y entretenida a partes iguales.

Sus personajes carecen de fondo, tan solo Bridget, a quien en la versión original, Zooey Deschanel pone voz, llega a cruzar el verdadero camino del héroe, con una transformación psicológica que al menos despierta interés. Y puede que consiga alcanzar buenas cuotas de humor, gracias a la buena fe que se respira en su realización y estilo esmerado, pero insuficientes para compensar la simplicidad de su narrativa.

Angry birds, de este mismo año, que fue concebida bajo una estructura narrativa casi idéntica, al menos cuenta con personajes bien construidos. En Trolls tuve la sensación de que todos eran demasiado semejantes entre sí. Lo único auténtico y verdadero en la película, es la música. Por eso no decepciona del todo y consigue que la recuerde, al menos yo, con cierto afecto. Solo la banda sonora, a cargo de Christophe Beck, ya es una riquísima pieza de melodías pop cargadas de mucha energía y luminosidad. Después están los fantásticos temas musicales, la mayoría de ellos de Timberlake, de aspecto comercial, todos, pero también de un espíritu pop entrañable y pegadizo, con toque noventero incluido. Can’t stop the feelling puede que sea el mejor de todos. Pero también están Hair up o They don’t know, que se integran a la banda sonora, podría decirse, con magia. Cómplices absolutos del relato, en su algarabía, las canciones aportan todo lo que el guión no puede. No conforme con ello, Trolls incluye una serie de covers también de altísima calidad interpretativa y de producción, como el de Hello de Lionel Richie.

Todo va sumando hasta que el filme acaba y me doy cuenta del dramático vacío del que estaba construido, y eso que los créditos fueron hechos con mucha creatividad, incluye una última escena que termina de cerrar las tramas de la forma más cliché que se pueda uno imaginar. Como amante de la animación, me entristecen estas cosas; y que Buscando a Dory no haya sido lo que prometía, ni siquiera el cine francés que este año nos regaló Avril y el mundo extraordinario, con una línea de dibujo espectacular, dio realmente la talla. A la vista están otros dos filmes aún por estrenarse y que tal vez podrían salvar el año: Moana de Disney y La tortuga roja de Ghibli. Tan solo el filme en stop motion, Kubo y las dos cuerdas mágicas, se mantiene al margen de la catástrofe. Otro filme hecho con esta misma técnica, Mi vida como un calabacín, promete también asombrar con su estética. En todo caso, el balance anual ya da más pérdidas que ganancias, a nivel de calidad cinematográfica. Trolls puede que sea una distracción en medio de las carteleras ahogadas de cine comercial sin criterio, pero es también, a pesar de sus buenas intenciones, más de lo mismo.

Extra: Lo que debes saber antes de ver la película

‘Trolls’, los personajes más felices y divertidos de Dream Works están en las salas de cine de Ecuador desde el 4 de noviembre. La cinta de animación ha compartido el estudio de Dream Works con películas como; ‘Shrek’, ‘El Espanta Tiburones’, ‘Madagascar’, ‘Kung Fu Panda’, entre otras. Trolls cuenta con la producción de Gina Shay y dirección de Mike Mitchell y Walt Dohrn. La película producida por el estudio de animación estadounidense tiene novedades que deberías conocer antes de verla.

1.- Presupuesto

El costo de ‘Trolls’ fue de USD 120 000 000.

2.- Recreación

La película está basada en el Muñeco Troll de 1959, creado por el leñador Tomas Dam. El muñeco Troll fue el juguete de moda en Estados Unidos entre 1963 y 1964.

3.- Reparto

Entre los actores de reparto en doblaje Hispanomericano está Belinda, quien hace la voz del personaje Poppy, líder de los Trolls. Aleks Syntek interpreta al paranóico Troll Branch. Daniela Lujan recrea a Suki, la divertida Dj Troll.

4.- Banda sonora

El sonido estuvo a cargo de Jean Christophe, compositor canadiense, quien ha participado en películas como ‘Los Muppets’, ‘La Pantera Rosa’, ‘Frozen: el reino del hielo’, entre otros.

5.- Música original

Can’t stop the feeling es la canción original de ‘Trolls’, interpretada por el estadounidense Justin Timberlake, quien ademas participa como actor de la voz de Branch en la película con doblaje inglés.

6.- Cabello Trolls

Para la creación de la cabellera trolls, los artistas y técnicos de Dream Works usaron Willow, una herramienta patentada por la compañía para crear cabellos largos y coloridos. El pelo es una de las características principales de los Trolls, en el pueden esconder cosas, utilizarla como escalera, darse trampolines e incluso pelear. Para ello se crearon 1.8 hebras en total. Ejemplo el cabello de Poppy tiene 84 000 hebras.

7.- Duración

El tiempo de la cinta es de 1,35 minutos.

Shangay: Colores al ritmo de Justin Timberlake

Los famosos muñecos de goma de pelos coloridos, con los que todos hemos jugado alguna vez, cobran vida en la gran pantalla de la mano de los creadores del ogro más conocido del cine: Shrek. Con semejante precedente, la diversión está asegurada en Trolls, que cuenta la historia de estas criaturas felices y alegres que, al verse invadidas por los malvados Bergens –unos seres pesimistas que solo están contentos cuando comen Trolls–, deben abandonar su maravilloso mundo de música y cupcakes. Ante esta amenaza, la Troll más feliz del poblado, Poppy, y el extremadamente cauto y gruñón Branch deberán iniciar un viaje apasionante para rescatar a sus amigos. Durante la misión, llena de aventuras y contratiempos, no tendrán más remedio que aguantarse el uno al otro el tiempo suficiente para lograr su objetivo.

Trolls es una comedia muy divertida, inteligente e irreverente que habla de la búsqueda de la felicidad y de lo lejos que llegan algunos para conseguirla. La música tiene un papel muy importante en la historia, de hecho, la banda sonora está producida por el cantante Justin Timberlake, que además interpreta el tema principal de la película, Can’t Stop The Feeling, una de las canciones más escuchadas este verano. El resto de temas cuentan con intérpretes de la talla de Gwen Stefani o Ariana Grande, y hay además estupendas versiones de los años 60, 70 y 80 interpretadas por miembros del reparto, entre los que destaca la también cantante Anna Kendrick, que ya demostró su talento en la entretenida Dando la nota.

En la versión original de la cinta también podemos encontrar a grandes estrellas como Zooey Deschanel, Cristopher Mintz-Plasse, Russel Brand o James Corden poniendo voz a estos monstruitos propios de un mundo arcoíris. Sin duda, la película es una ocasión única para adentrarse en un universo de terciopelo, pelaje, purpurina y colores brillantes que hará reír tanto a los más pequeños como a los mayores de la casa.

El Nuevo Herald: Dulzón y feliz, para los más pequeños

Si algo bueno tiene Trolls, de DreamWorks Animations, son ellos mismos, esos muñequitos de goma creados por Thomas Dam, animados en la gran pantalla por Walt Dohrn y Mike Mitchell. Retozones y felices son los tiernos pequeñuelos coronados por pelos de color rosa, azul, verde, amarillo, que apuntan a lo alto como untados por una capa de gel, pero lo que les da su personalidad es su eterno estado de felicidad. Y aunque tal vez los padres cabecearán de sueño con este humor dulzón de parvulario, lleno de abrazos y coloridos cupcakes, los más pequeños de casa lo disfrutarán de lo lindo.

A los trolls cantarines, con Anna Kendrick (Poppy), Justin Timberlake (Branch), entre las voces, les gusta mucho abrazarse, jugar y festejar. Pero hay otros pobladores de este mundillo mágico, una especie gigante, fea y dentuza, los Bergens, que no están tocados por el don de la felicidad. ¿La solución? Comerse a las criaturas alegres para absorber sus energías positivas. Sin embargo, cuando el peligro de los tristes acecha, los pequeños corren en desbandada por galerías subterráneas y logran, solo al principio de esta historia, escapar, dejando al benjamín de la tribu de los infelices con carita de desencanto por no haber podido engullirse a su primer troll. «¿Qué me hará feliz ahora, papá?» —pregunta apesadumbrado el pequeño monstruo. «Ven acá, hijo —le tiende los brazos su progenitor, con gesto de consuelo— absolutamente nada, nunca, jamás serás feliz».

Estos son, por un lado, el Principe Gristle Jr., el Rey Gristle Sr. y su tropa de pesimistas; por el otro la Princesa Poppy, el obsesivo Branch, el Rey Peppy. Las felices criaturas vivirán una aventura muy arriesgada, con la alegre Poppy en misión de búsqueda y rescate y aunque el mundo «no es solo cupcakes y arcoíris» como dice Branch, esa forma positiva de ver la vida no deja de acompañarlos.

La trama está inundada de temas famosos (The Sound of Silence, de Paul Simon, Hello, de Lionel Richie) entre otras canciones originales, y el filme se llena de felicidad y favorece de ese brillante lado musical de DreamWorks, que destelló en grandes producciones como Shrek y Madagascar.

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