Justin Timberlake, el chico Disney que más vende

Justin Timberlake es un artista. Lo demuestran los nueve Grammy y cuatro Emmy de su currículum. En la última gala de los premios Bilboard ha arrasado y ha conseguido 7 galardones, pero eso no es nada comparado con los más 18 millones de discos que ha vendido en solitario. Por eso muchos se atreven a nombrarle como el sucesor de Michael Jackson, el rey del pop.

No solo canta bien. Justin Timberlake, que comenzó su carrera cuando era un niño en «The Mickey Mouse Club», junto a Britney Spears, Ryan Gosling, JC Chasez y Christina Aguilera, es una estrella en el cine, un showman, elegante y un empresario de éxito. Y no es de extrañar cuando nos fijamos en sus ídolos, auténticos hombres orquesta, como él. «Mis ídolos siempre han sido el tipo de hombres que pueden hacer todo», confesó al diario The Guardian en 2011. «Gene Kelly, Fred Astaire, Sinatra, Dean Martin. Y, cuando admiras a gente como esa, no aceptas que necesitas ser compartimentado».

Ha convivido con la fama desde los ocho años, cuando Disney le dio la oportunidad de formar parte de «The Mickey Mouse Club», Y después ya todo vino rodado. Durante su etapa en la televisión conoció, además de a la que fue su primera novia, Britney Spears, a JC Chasez, que acabó siendo su compañero en la boyband *NSYNC, desde 1995 hasta 2002, año en el que decidió emprender su carrera en solitario.

Pasos muy acertados y premeditados

Era el líder natural de *NSYNC: la mejor voz, un buen bailarín y el terror de las nenas. Parecía claro que su paso por el grupo solo era un trampolín para lanzar su carrera en solitario, como así fue. Los problemas con su manager, Lou Pearlman, le empujaron a abandonar el grupo y emprender un proyecto propio, «Justified». «Fueron grandes tiempos [refiriéndose a su etapa en *NSYNC] , aunque estaba siendo estafado por un Svengali», confesó.

De su primer trabajo vendió más de 7 millones de copias en todo el mundo. «Justified» salió a la venta en uno de los momentos sentimentales más duros para Justin, pero supo aprovechar el tirón de la ruptura con Birtney Spears en «Cry Me a River» un tema lleno de reproches que parecían ir dirigidos a la que había sido su chica durante 3 años y su mejor amiga desde los 12.

Sin embargo, su primer número uno en las listas de ventas en solitario no llegó hasta su segundo álbum, FutureSex/LoveSounds, con «SexyBack». Entre un trabajo y otro hay más de tres años de diferencia que, si algo tiene claro Justin Timberlake, es que no es una máquina de hacer discos. «No seré el tipo de artista que saca de 10 a 15 álbumes», dijo a Rolling Stone. Y esto se debe a que le gusta trabajar con calma. «Cada uno de sus discos debe tener algo especial. Son realmente especiales para mí. Escribo música todo el tiempo, pero hasta que realmente siento la necesidad desesperada de gritarla a los cuatro vientos y expresarla en esa forma, me la guardo. Disfruto tanto hacer música que si no sale, está bien», dijo.

Su último álbum «The 20/20 Experience» ha arrasado en la última edición los Billboard con 7 galardones, entre ellos Mejor Artista del Año, Mejor Artista Billboard 200 y Mejor Disco Billboard 200 por su producción «The 20/20 experience».

También actor, showman y empresario de éxito

No hay nada que no se le resista. Las películas en las que ha participado no han sido las más alabadas por la crítica ni las más taquilleras, a excepción de «La Red Social», que recaudó 224.920.315 dólares, pero ha demostrado que sus dotes para la comedia en sus diversas participaciones en «Saturday Night Live».

Pero donde ha encontrado su verdadero filón ha sido en el mundo empresarial. Es propietario de tres restaurantes en Nueva York, Southern Hospitality, Chi y Destino, tiene su propio sello, Tennman Records, es dueño del campo de golf Mirimichi, tiene participaciones en la red social Myspace y es, junto con su amigo de la infancia Trace Ayala creó su propia marca de ropa William Rast.

«Aquí está alguien que realmente entiende la cultura popular, que conoce un buen proyecto cuando se le presenta, que capta un cierto espíritu de la época», dijo Phil Gallo, de Billboard, sobre Justin, cuya fortuna está valorada en 100 millones de dólares y le llevan a convertirse en el chico Disney que más vende.

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