«El Nuevo Día» entrevista a Amy Adams y Justin Timberlake, dos actores afines

En el firmamento de las estrellas de cine, Justin Timberlake y Amy Adams, que esta semana llegan justos a la pantalla con el estreno de «Trouble With The Curve», parecerían ser polos opuestos.

Después de varios años de trabajar en televisión y teatro como una actriz desconocida, Adams se ha revelado como una de las mejores actrices de su generación con tres nominaciones al Oscar (por «Junebug», «Doubt» y «The Fighter») y una filmografía ecléctica con filmes como «The Muppets», «Julie and Julia», «Enchanted» y «The Master».

En contraste, Timberlake lleva lidiando con la fama por más de dos décadas. Primero como parte de la agrupación *NSYNC, luego como el solista de éxitos como «SexyBack» y ahora haciendo la transición al mundo de la actuación con filmes («Alpha Dog», «The Social Network», «Friends With Benefits») que lentamente han ido revelando su talento histriónico y su potencial como estrella de cine.

Durante una agradable charla exclusiva con El Nuevo Día los compañeros de trabajo nos dieron a entender que tienen mucho más en común que como Hollywood los percibe con Adams prediciendo una «larga carrera» para su galán más reciente y Timberlake prometiendo producir el primer disco de su compañera cuando esta decida cumplir su «deseo de ser una estrella de rock».

El director del filme me comentó que ustedes no se pusieron nerviosos al tener que compartir la pantalla con Clint Eastwood. ¿Es cierto eso? ¿Nada de nervios, ni siquiera en el primer día?
Justin Timberlake: Robert (Lorenz, el director) está siendo amable, pero los dos estuvimos bien nerviosos. Aunque por razones diferentes.

Amt Adams: Estaba aterrada de que en la primera escena con él mi personaje básicamente lo estaba regañando y además discutía con él. Cómo uno hace eso con Clint Eastwood. Ese primer día yo no podía ni mirarlo. No hablé casi con él por eso y porque estaba preocupada. Porque mi primer instinto es querer complacer a todo el mundo. Y si me ponía a pensar o a preguntarle si él creía que lo estaba haciendo bien hubiera sido un desastre. Así que ese primer día casi ni le hablé.

Justin Timberlake: Sí y luego nos encontramos en el tráiler de maquillaje y me contaste, y nuestra primera conexión fue intercambiar historias de lo nerviosos que estábamos de trabajar con Clint porque el próximo día a mí me tocaba mi primera escena. Es la que tengo que detenerlo de darle una paliza a un tipo en un bar. Yo no paraba de pensar cómo físicamente iba a tratar de detener a Dirty Harry. Y mi otro miedo era que se me fuera la mano y le hiciera daño a este señor de 82 años.

Amt Adams: Que después definitivamente iba a tener fuerza para darte una paliza después. (Se ríe)

Justin Timberlake: (Sonriendo) Sí, pero a pesar de que es un tipo que todavía se defiende muy bien y que definitivamente es una leyenda, fue bien agradable ver que tiene el mismo entusiasmo por hacer cine que nosotros o quizás más.

Amy, me enteré que tienes una técnica particular para negociar la cantidad de tomas que haces. ¿Cómo funciona?
Amt Adams: Pues depende de la filmación, pero a mí me encanta seguir intentando cosas nuevas. Robert lleva toda su carrera trabajando con Clint y si después de dos tomas lo tienen, se van a filmar lo próximo. Cuando pasó eso la primera vez por poco me desmayo. (Se ríe) Así que negociamos que me tenía que dar por lo menos un mínimo de cuatro tomas.

¿Y por qué cuatro?
Amt Adams: Una de ensayo, una para hacerlo mal. Porque tiene que haber una donde lo hagas súper mal para que te los saques del sistema, una para cumplir con lo que estábamos buscando y otra más por si acaso se puede hacer algo diferente. Pero ahora acabo de trabajar con Spike Jonze (director) e hicimos más de 25 tomas y aun así yo sentía que podía hacer más.

Justin, ¿cómo te acostumbraste a ese ritmo de trabajo?
Justin Timberlake: A mí me pareció fantástico porque yo soy exactamente igual.

Amt Adams: Los dos somos perfeccionistas. Y sabes que te tengo que decir que la razón por la cual las escenas con nosotros funcionan tan bien es por la naturalidad que él tiene. Yo lo sabía desde que lo vi por primera vez en «Saturday Night Live». Pensé, si eso no es ser actor, pues entonces la cosa está mala.

¿Crees que quizás no es tan apreciado como tú por haber comenzado su carrera como cantante?
Amt Adams: Definitivamente. Yo comencé como bailarina y rápido se me quiso atrapar bajo esa etiqueta y me querían convencer de que no debía desarrollarme como actriz y como cantante. Gracias a Dios que no les hice caso.

Justin Timberlake: Yo no te puedo comentar nada sobre cómo están los niveles de mi apreciación, pero sí te puedo decir que mi ambición desde pequeño siempre fue ser como Fran Sinatra, Dean Martin, Gene Kelly o Fred Astaire. Esos intérpretes talentosos que podían hacerlo todo eran mis ídolos.

¿Qué te da la carrera como actor que no te da tu carrera como cantante?
Justin Timberlake: Una vida. (Se ríe) No, fuera de broma. Lo que sucede es que en el mundo de la música tuve la oportunidad de poder plasmar mi voz y mi estilo. Pero en los últimos años el negocio se ha convertido en uno de gratificación instantánea, tanto en el consumo de la música como en el espacio para creatividad. Y el proceso de crear una filmografía es algo lento que se desarrolla con tiempo y te permite examinar más con calma las cosas que te inspiran como artista. Mi prioridad es hacer las cosas que me apasionan y me inspiran.

Amy, ¿qué te inspira a ti a escoger proyectos tan variados como «The Master» y «Trouble with the Curve», entre otros?
Amt Adams: Pues miedo. (Se ríe) Si yo leo un libreto y pienso: ‘Sé exactamente cómo hacer este personaje’, no lo voy a aceptar. Así que si veo que hay un reto claro y que estoy aterrorizada porque no tengo la más mínima idea de cómo hacerlo, es bien probable que acepta interpretar el personaje.