Con la premiere de «Bad Teacher» en Estados Unidos, que se estrena este viernes, llegan las primeras críticas de los medios. La página oficial de la comedia en Facebook también publica un nuevo anuncio publicitario de la película con las valoraciones de los medios.
Usando sus piernas, cabellos, delineador y temperamento, Cameron Díaz hace un trabajo formidable en el papel de una mala maestra en la picante nueva comedia del director Jake Kasdan (Walk Hard: The Dewey Cox Story, Orange County). Ella es una antipática, manipuladora y egoísta Elizabeth Halsey, una instructora de escuela intermedia más preocupada por sus trampas para conseguir dinero para implantes de senos que por la participación de sus alumnos o los resultados de sus exámenes.
Está bien, Díaz es graciosa, pero no puede hacer el milagro de borrar las partes lentas de la película ni hacer que ésta parezca más corta que sus 92 minutos de duración (parece que fueran muchos más, lo cual no es una buena señal en una comedia). Bad Teacher es tan irregular como esos temblorosos escritorios que nos tocaron en el séptimo grado. Tiene muchas partes entretenidas, pero desperdicia demasiado el tiempo en chistes que son repetitivos y exagerados (Lucy Punch en el papel de la entusiasta y santurrona Miss Squirrel, una maestra decidida a exponer a su rival como una tramposa aficionada a las drogas), en lugar de darle mayores minutos en pantalla a mejores personajes (Jason Segel en el papel del informal maestro de gimnasia es el arma secreta de la película, pero es prácticamente invisible en la primera hora).
Cuando empieza la película, Elizabeth se despide de los colegas que detesta en la John Adams Middle School («JAMS»), feliz de dejar su trabajo para casarse con un hombre rico. Pero cuando él se da cuenta de que a ella sólo le interesa su dinero la abandona, por lo que a ésta no le queda otro remedio que regresar al mundo de los preadolescentes enamorados, los bailes escolares y las largas y aburridas mañanas durmiendo las resacas en su escritorio mientras sus alumnos ven muy atentos la película Stand and Deliver.
La salvación llega en la forma del maestro sustituto Scott (un adecuadamente tonto Justin Timberlake, que resulta ser un comediante más audaz de lo que uno hubiera podido imaginarse). Scott revela que viene de una familia adinerada y, de inmediato, Elizabeth empieza a tratar de seducirlo, pero debido a la gran torpeza que manifiesta Scott, ella se da cuenta de que tiene que formular otro plan de ataque. Ella cree que necesita los implantes con los que ha soñado para apartar la atención de Scott de los limpios encantos de Miss Squirrel, y sabe que no puede pagarlos con el salario de una maestra.
Al igual que la mayoría de las buenas comedias, Bad Teacher está llena de conocidos actores de carácter. Algunos hacen grandes contribuciones a la película, como Phyllis Smith de la serie de televisión The Office en el papel de la tímida (y única) amiga de Elizabeth o Eric Stonestreet de Modern Family como la desaliñada compañera de cuarto Elizabeth (la encontró a través de un anuncio en Craigslist). Otros tienen que arrastrarse indecorosamente para sacar algunas risas, como Molly Shannon en el papel de la madre de uno de los perdidamente enamorados alumnos de Elizabeth o el veterano cómico John Michael Higgins como el director obsesionado con los delfines, un chiste que Bad Teacher repite una y otra vez, aunque no tiene ninguna gracia.
Pero cuando Elizabeth inevitablemente comienza a preocuparse por el éxito de sus alumnos —evidentemente por las razones incorrectas— y poco a poco comienza a atraer al maestro de gimnasia, Bad Teacher comienza a funcionar. En parte, lo logra gracias a Segel, porque siempre es un tipo gracioso, y Timberlake provoca algunas de las mayores carcajadas en una escena sexual particularmente grosera (aunque la canción con la que su personaje enamora a Miss Squirrel es tal vez el momento más cómico de la película). La película no podría sacarse una A+, pero al menos está muy lejos de merecerse una F.
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Timberbot
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